La importancia de la reforestación urbana

La importancia de la reforestación urbana

A medida que las ciudades de todo el mundo siguen creciendo, los desafíos que enfrentan para abordar el cambio climático, la contaminación atmosférica y el efecto isla de calor urbano se vuelven cada vez más urgentes. 

 

En estos casos, la reforestación urbana es una estrategia clave para combatir estos desafíos ambientales y mejorar la calidad de vida en las zonas urbanas. La reforestación urbana, que implica la integración de árboles y espacios verdes en el paisaje urbano, ofrece una amplia gama de beneficios, desde la reducción de las emisiones de carbono hasta la mejora de la salud pública.

 

La reforestación urbana se refiere al proceso de plantar árboles, crear espacios verdes e integrar la naturaleza en la planificación urbana. A medida que las ciudades se vuelven más densamente pobladas, la necesidad de espacios verdes se vuelve crucial. Los árboles no solo aportan valor estético, sino que también ofrecen beneficios ambientales esenciales, como la mejora de la calidad del aire, la reducción del calor urbano y la absorción de dióxido de carbono. De hecho, los bosques urbanos son esenciales en la lucha contra el cambio climático, ya que actúan como sumideros naturales de carbono al capturarlo y reducir la huella de carbono general de las zonas urbanas.

 

El caso de la CDMX

La Ciudad de México ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos 50 años, con sus picos más altos en las últimas décadas. La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) tiene una población de aproximadamente 21,804,515 habitantes. Esta explosión demográfica se ha visto impulsada por una emigración rural intensiva, constante y sistemática, cuya causa fundamental es el profundo desequilibrio socioeconómico entre la sociedad urbana y el campo mexicano. Es importante mencionar que el crecimiento poblacional no ha ido acompañado de un aumento de las áreas verdes. 

 

En 1794, el 14% de la ciudad consistía en áreas verdes, pero para 1910, la proporción había descendido al 2,8%. Actualmente, se estima que la superficie verde urbana total es de unos 33,1 km², lo que representa tan solo el 2,2 % de toda el área metropolitana. En términos de espacio verde per cápita, la Ciudad de México cuenta con tan solo 1,94 m² por habitante, muy por debajo de los 9 m² recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

 

Hoy en día el 20.4% del suelo urbano en la CDMX está cubierto por áreas verdes públicas y privadas. En esta superficie el 55.9% son zonas arboladas, el resto son zonas de pastos y/o arbustos. Esto es particularmente alarmante ya que, aunque el porcentaje no es desdeñable, vale la pena reconocer que está lejos de lo necesario considerando la cantidad de habitantes en el área y los automóviles que circulan todos los días.

 

La certificación Tree Cities of the World, avalada por la FAO premia a las más importantes ciudades del mundo que priorizan las estrategias verdes y la reforestación. Vale la pena destacar que no premiaron a la Ciudad de México pero sí premiaron a la Delegación Miguel Hidalgo y Tlalpan. Esto tiene sentido pues ahí están el Bosque de Chapultepec y el Bosque de Tlalpan (respectivamente). Sin embargo también nos hace ver lo desigual que es la distribución de las áreas verdes en la Ciudad de México, y cómo la mayor parte de áreas verdes en el espacio público suele ir de la mano con áreas con un mayor nivel socioeconómico.

 

Esto es especialmente preocupante cuando recordamos que la evidencia científica indica que México se calienta más rápido que el resto del mundo. Estudios de la UNAM, muestran que la temperatura promedio en México ha aumentado 1.8 °C desde la era preindustrial hasta 2024, mientras que el promedio global ha subido 1.1 °C. Esto significa que México se está calentando a una velocidad mayor que el resto del mundo. De manera que los centros urbanos del país, especialmente uno tan poblado como la Zona Metropolitana, serían los que requerirían más urgentemente estrategias efectivas y rápidas de reforestación.

Beneficios de la Reforestación Urbana

La reforestación urbana tiene amplios beneficios desde la reducción del calor, la purificación del aire y beneficios en el paisajismo. Aquí te presentamos algunos:

 

  • Mitigación del Cambio Climático:

Los árboles urbanos absorben dióxido de carbono y almacenan carbono, lo que ayuda a compensar las emisiones producidas por las actividades urbanas. Al plantar más árboles en las ciudades, podemos reducir significativamente la huella de carbono general de las áreas urbanas y contribuir a los esfuerzos globales de mitigación del cambio climático.

 

  • Mejora de la Calidad del Aire:

Los árboles desempeñan un papel vital en la purificación del aire al eliminar contaminantes nocivos como óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas en suspensión. Esto puede también mitigar costos relacionados con la salud. 

 

  • Refrigeración de Áreas Urbanas:

El efecto de isla de calor urbana , que se produce cuando las ciudades se calientan más que las áreas rurales circundantes, es una preocupación creciente. Este fenómeno se debe a la prevalencia de materiales que absorben el calor, como el hormigón y el asfalto. Los árboles ayudan a mitigar el efecto al proporcionar sombra y liberar humedad a través de la transpiración, lo que refresca el aire.

 

Es importante exigir a todos nuestros líderes estrategias que ataquen el problema de la falta de vegetación en nuestras ciudades. Nuestra salud y bienestar (y el del planeta en el que vivimos) literalmente dependen de ello. Y todos sufrimos cuando se ignoran temas tan importantes como éstos en función de la agenda del día.

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