El agujero de ozono en 2025 se cierra antes

El agujero de ozono en 2025 se cierra antes
El agujero de ozono en 2025 se cierra antes

El agujero de ozono se ha cerrado. Desde ayer, esa idea recorre titulares y redes. Suena como el final de un problema histórico. Sin embargo, la realidad es más compleja y exige cautela.

En primer lugar, el agujero de la capa de ozono es estacional. Cada año se forma y luego desaparece. Este cierre ocurre de manera regular. Lo que realmente llama la atención en 2025 es que fue más pequeño de lo habitual y también se cerró antes de lo normal.

Esto indica que las medidas aplicadas desde que entró en vigor el Protocolo de Montreal han surtido efecto. El ozono muestra señales de recuperación, pero aún no vuelve por completo a sus niveles de hace décadas. Lo más probable es que en 2026 vuelva a aparecer un nuevo agujero.

Cuando las concentraciones de ozono superen las de hace 45 años, quizá podamos hablar de un problema resuelto. Mientras tanto, los avances se deben celebrar con moderación. El peligro persiste y las acciones de protección deben continuar.

¿Qué es el agujero de la capa de ozono y por qué es peligroso?

El llamado agujero de la capa de ozono no es un agujero físico. En realidad, es una amplia zona de la estratosfera donde los niveles de ozono disminuyen de forma notable durante ciertas épocas del año. Esto representa un problema grave, ya que el ozono actúa como el protector solar natural de la Tierra.

Gracias a esta capa, gran parte de la radiación ultravioleta más dañina no llega a la superficie. Sin esa barrera, los riesgos aumentan para animales, personas y plantas. Entre sus efectos más preocupantes está el incremento de los casos de cáncer de piel, además de alteraciones en procesos ambientales esenciales.

La reducción del ozono se debe a su reacción con gases liberados por la actividad humana. Entre ellos destacan los clorofluorocarbonos, conocidos como CFC. Durante años, estos compuestos se usaron en refrigerantes y aerosoles. Con el tiempo, se comprobó que eran unos de los principales responsables del deterioro de la capa de ozono.

El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, prohibió su producción y uso. Este acuerdo internacional marcó un punto de inflexión. Sin él, los niveles globales de ozono habrían caído a escenarios catastróficos. No obstante, los CFC no son las únicas sustancias dañinas.

Los hidrofluorocarbonos, creados para sustituir a los CFC, resultan menos agresivos, pero también contribuyen al deterioro. Actualmente, su uso está muy regulado y se limita, sobre todo, a sistemas de aire acondicionado. Otras sustancias, como algunos plaguicidas, ya se prohibieron. Aun así, existen compuestos menos regulados, como el óxido nitroso, que siguen afectando la capa.

¿Qué ocurrió con el agujero de ozono en 2025?

El carácter estacional del agujero se explica por condiciones climáticas muy específicas. Para que se produzcan las reacciones químicas dañinas, se requieren temperaturas extremadamente bajas. Estas temperaturas generan nubes estratosféricas en las que los gases reaccionan con el ozono. Además, se necesita radiación solar.

En la Antártida, el proceso suele intensificarse entre septiembre y octubre, cuando regresa la luz solar. Este año, sin embargo, el comportamiento fue diferente.

En 2025, el agujero de la capa de ozono fue uno de los más pequeños desde 1992, según la NOAA. Alcanzó sus niveles más bajos de ozono entre el 7 de septiembre y el 13 de octubre. Durante ese periodo, el tamaño promedio fue de 18.71 millones de kilómetros cuadrados. El 9 de septiembre alcanzó su máxima extensión, con 22.86 millones.

Después del 13 de octubre, comenzó a reducirse con rapidez. Finalmente, se clasificó como cerrado el 1 de diciembre. Este cierre ocurrió mucho antes que en años recientes. En 2022, el fenómeno desapareció el 29 de diciembre. En 3, el 25 de diciembre. En 2024, el 19 de diciembre.

A pesar de este avance, no fue el agujero de menor duración, ya que se formó desde mediados de agosto. Esto confirma que el fenómeno sigue siendo variable.

La Organización Meteorológica Mundial, la NOAA y la NASA estiman que la recuperación total tomará más tiempo. En latitudes medias, el ozono podría volver a niveles previos a 1980 en torno a 2040. En el Ártico, cerca de 2045. En la Antártida, alrededor de 2066.

La ONU también señala que la capa de ozono podría recuperarse casi por completo hacia 2050. Sin embargo, el proceso depende del cumplimiento global de las regulaciones.

El cierre temprano de 2025 es una señal positiva. Refleja el impacto real de los acuerdos internacionales. No obstante, también confirma que no podemos bajar la guardia. La vigilancia constante y las medidas sostenidas siguen siendo esenciales para proteger el planeta y la salud de las personas.

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