Las estrellas de mar corona de espinas (Acanthaster planci) son depredadores carnívoros que se alimentan de corales y son difíciles de mantener a raya, pero los conservacionistas están contraatacando, según una publicación de la revista National Geographic.
Primero, un buceador clava una aguja en el extremo de una larga pértiga en el centro de la criatura de aspecto alienígena. A continuación, se inyecta una solución de vinagre en varios puntos antes de apartar suavemente al animal del coral donde se alimentaba.
En dos días, la solución hará efecto y el depredador quedará reducido a una masa viscosa.
En la actualidad, estas inyecciones son la única forma de eliminar las coronas de espinas, unas estrellas de mar que se alimentan de coral.
Características de las coronas de espinas
Originarias de la Gran Barrera de Coral (Oceanía) y de los arrecifes del Indo-Pacífico, tienen hasta 21 brazos cubiertos de espinas venenosas de más de un centímetro de largo, y rezuman una baba tóxica cuando se ven amenazadas.
Cuando el ecosistema está en equilibrio, las coronas de espinas no causan daños significativos. Pero pueden producirse brotes catastróficos que devasten los arrecifes. En un brote en Japón, los buceadores tuvieron que retirar a mano 1,5 millones de depredadores.
Actualmente, las muestras de ADN ambiental indican que se avecina un brote de corona de espinas en el norte de la Gran Barrera de Coral, pero los barcos de control ya están al máximo de su capacidad para hacer frente a los brotes existentes, afirmó a National Geographic, Sven Uthicke, ecólogo del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
Y aunque el cambio climático es la mayor amenaza para los arrecifes (pondrá en peligro el 99% de los arrecifes del mundo en los próximos 20 años), las nuevas estrategias para mantener a raya a estos depredadores podrían ayudar a dar a los arrecifes de coral una oportunidad de supervivencia.
Señalan que estas estrellas de mar pueden reproducirse a un ritmo extraordinario. Una hembra puede producir más de 60 000 huevos durante una temporada de desove.
Cuando los investigadores cortaron una de estas estrellas de mar en dos mitades iguales, ambas se curaron casi por completo en siete semanas.
En su lugar, los buceadores las inyectan manualmente con vinagre o sales biliares, que matan a los animales sin añadir al medio sustancias químicas que podrían dañar a otras criaturas marinas.
La solución mata a las estrellas de mar en 48 horas, y otras criaturas marinas se alimentan de los cadáveres.
La mejora de los métodos de estudio está ayudando a advertir antes de los brotes. Los remolques de manta (en los que un buceador es arrastrado por una embarcación y cuenta las estrellas de mar a su paso) utilizan ahora tecnología de imagen en lugar de humanos.
Y los investigadores están estudiando el uso de la tecnología de la imagen para atraer a las estrellas de mar a una trampa o como elementos disuasorios para ahuyentarlas: huyen con sólo oler los caracoles Tritón.
Aunque estos intentos de frenar los brotes tengan éxito, los arrecifes de coral de la región se enfrentan a una amenaza mayor: el cambio climático.
«La gente apunta a las coronas de espino, pero la principal causa de mortalidad de los corales es la temperatura, y ésta afecta a todo el arrecife», afirma Byrne.
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