En materia de cambio climático, el panorama para México es poco alentador, pues solamente siete de los 32 estados tienen avances importantes, advirtió Gabriela Alarcón, de la organización Iniciativa Climática de México (ICM).
Se trata de la Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Querétaro, Edomex y Campeche y sin la participación del resto de las entidades federativas, los climas extremos, fríos a nivel de congelación y calores que asan y sus consecuencias, feroces huracanes, prolongadas sequías -todo esto producto de los gases de efecto invernadero (GEI)-, el panorama climático es poco alentador.
Gabriela Alarcón compartió en una entrevista para el periódico Excélsior, que los gobiernos estatales, si bien carecen de recursos, están dispuestos a hacer los esfuerzos de mitigación y adaptación.
La gerente de Acción Climática Subnacional de la ICM resaltó que muchas otras entidades 25 de las entidades federativas están muy atrasadas o prácticamente no tienen nada. Y es que los estados concentran las actividades industriales, energía, producción agrícola y ganadera, entre otras, generadoras de GEI.
Expuso que lo anterior deriva en múltiples retos y el principal es la falta de recursos, seguido de carencia de capacidades técnicas y de personal profesionalizado al interior de las dependencias de medio ambiente.
Alertó que México es altamente vulnerable al cambio climático y el incremento de la temperatura ya superó el promedio global de 1.2 grados centígrados, teniendo un aumento de 1.7 grados desde el inicio del siglo XX, pero la tendencia no es uniforme en todo el territorio, ya que en las regiones norte y sur, las tasas de calentamiento alcanzan entre 5 y 6 grados por siglo.
Lo anterior de acuerdo con el estudio Estado y perspectivas del cambio climático en México: un punto de partida, coordinado por el Programa de Investigación en Cambio Climático y el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, ambos de la UNAM.
El estudio hace énfasis que el país bajo un escenario de altas emisiones de GEI tendrá consecuencias muy negativas en la producción de alimentos, biodiversidad, salud humana y ciudades, por ejemplo; además, aumentarán en frecuencia y magnitud los eventos extremos y los daños asociados.
Gabriela Alarcón indicó que ICM colabora con los gobiernos estatales para tratar de cambiar las políticas públicas e impulsar una mayor ambición, sobre todo para evitar un retroceso mayor en la política climática.
Enfatizó que la política energética de este gobierno ha ido privilegiando las energías más contaminantes y ha cancelado la oportunidad de desarrollar proyectos con energías renovables importantes, es algo que preocupa.
Por otro lado, dijo, en la COP27 México aumentó sus compromisos de reducción de emisiones a través de las NDC; incrementó el porcentaje de reducción de emisiones a 2030, fijando como meta 35% a través de numerosas políticas, pero desafortunadamente todavía no hay una ruta clara de cómo se va a implementar esto. Hay algunos proyectos grandes que no debemos menospreciar, como el Plan Sonora de Energías Sostenibles.
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