Durante un operativo realizado en las alcaldías Iztapalapa, Venustiano Carranza y Tlalpan, elementos de la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), desarticularon una red criminal que se dedicaba a la comercialización de animales en peligro de extinción; así como a la venta y distribución de narcóticos.
Los presuntos delincuentes ocultaban sus actividades ilícitas mediante establecimientos legales, pero las autoridades de Inteligencia de la Policía capitalina ubicaron un inmueble en la alcaldía Iztapalapa, que era utilizado por los criminales como centro de operaciones.
El 15 de mayo pasado el predio fue cateado en coordinación de autoridades federales y como resultado de la inspección, cinco hombres fueron detenidos en posesión de drogas y se rescataron mil 500 animales, los cuales estaban resguardados en malas condiciones, entre ellos había monos araña y tucanes, entre otras especies, fueron recuperados y ahora están bajo el resguardo de las autoridades competentes.
Las investigaciones realizadas en el predio revelaron la identidad de una mujer de nombre Alejandra “N”, quien sería la encargada de la venta de los animales en peligro de extinción.
Las especies eran exhibidas a través de redes sociales y vendidas en un negocio con razón social Aves Vivanco, localizado en la colonia Morelos, alcaldía Venustiano Carranza; además fue ubicado otro inmueble en la alcaldía Tlalpan; los cuales fueron cateados el 29 de noviembre pasado.
Por el momento y tras las diligencias realizadas de manera simultánea, la Secretaría de Seguridad Ciudadana detuvo a Alejandra “N” y David “N”, de origen cubano, y presuntamente, principal colaborador de la mujer.
En este operativo se aseguraron 260 dosis de cocaína, 49 pastillas de narcóticos, mil 114 aves que estaban en cautiverio y 21 aves congeladas cuyo propósito de disecarlas y venderlas así.
Cabe destacar que estos animales rescatados también quedaron bajo resguardo de la Brigada de Vigilancia Animal de la SSC.
En tanto, los siete detenidos se encuentran bajo proceso por narcomenudeo; mientras que las indagatorias sobre el tráfico de las especies en peligro de extinción continúan y han escalado al orden federal.
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