Una ola de calor sin precedentes está atacando el noreste y el medio oeste de Estados Unidos que está por vivir lo que probablemente sean temperaturas récord seguidas.
Alrededor de 270 millones de personas en los EE. UU. experimentarán temperaturas de 35 grados o más esta semana a medida que el fenómeno llamado ‘domo de calor’ se asiente en el este de Estados Unidos, afectando también algunas provincias de Canadá.
El domo de calor
Millones de personas en México, Centroamérica y partes de Estados Unidos, incluidos Texas y Florida, han sido afectadas por un calor extremo. Algunas de las principales consecuencias de este fenómeno han sido extenuar las redes de energía (provocando así apagones) y que los monos aulladores caigan muertos de los árboles en regiones como Tabasco y Chiapas.
Desde marzo se han atribuido más de dos docenas de muertes al calor en México. Los expertos han advertido que lo peor puede estar por verse. En Guatemala, el calor y los incendios forestales han llevado a las autoridades a prohibir las actividades al aire libre en las escuelas de la capital del país.
Los meteorólogos han atribuido las condiciones extremas a lo que se conoce como ‘domo de calor’. Este fenómeno meteorológico está atrapando aire caliente en la región con temperaturas que superan los 45 °C en algunos lugares.
¿Qué es un domo de calor?
Una cúpula o ‘domo de calor’ es un fenómeno climático en el que una cresta de alta presión queda atrapada en la atmósfera. Esto atrapa el aire caliente del océano como si fuera la tapa de una olla hirviendo. El aire caliente se expande verticalmente hacia la atmósfera y la alta presión lo empuja hacia el suelo. No tiene dónde escapar y se comprime atrapando aún más calor debajo, es por eso que la sensación es, literalmente, como si uno se encontrara dentro de una olla caliente.
Los vientos suelen ser capaces de mover altas presiones, pero como la cúpula se adentra en la atmósfera, estos sistemas meteorológicos se vuelven casi inmovibles. Un domo de calor puede hacer que las temperaturas se eleven muy por encima de lo normal.
Como si esto fuera poco, el suelo comienza a calentarse, perdiendo humedad y aumentando la posibilidad de incendios forestales. Dado que se esperan escasas precipitaciones en muchas de las regiones que se espera que cubra el domo de calor, los expertos han advertido sobre un mayor riesgo de que se produzcan incendios.
¿Se están volviendo más comunes las olas de calor?
Desde 1950 las olas de calor han aumentado en duración y frecuencia en todo el mundo, como muestra un estudio publicado en 2020 de la revista académica Nature communications.
Esta investigación encontró que el Mediterráneo ha experimentado un aumento de dos días y medio de ola de calor por década desde 1950. La selva amazónica tuvo cinco días y medio adicionales en el mismo período. Los peores aumentos a nivel mundial se han producido desde 1999.
Las olas de calor aumentan la posibilidad de sequías prolongadas y el riesgo de incendios forestales. El sur de Europa ya ha sufrido el impacto de graves incendios y la falta de lluvias en lo que va de verano.
También hay costos de salud. Se estima que el verano excepcionalmente caluroso y seco del año pasado causó decenas de miles de muertes relacionadas con el calor en Europa.
Las consecuencias serán aún más graves para las ciudades, donde la combinación de edificios, pavimento y hormigón crea una “isla de calor urbana”.
¿Qué podemos hacer para enfrentar estos fenómenos?
A pesar de que estos fenómenos causados por la crisis climática pueden parecer abrumadores (y lo son) también hay acciones que podemos tomar de manera individual y colectiva para mitigar algunos de los efectos y mantenernos seguros.
Plantación de árboles
Un estudio publicado en 2019 encontró que el aumento de la cubierta arbórea en las ciudades podría reducir drásticamente las temperaturas. Mientras que superficies como las carreteras absorben calor, los árboles enfrían su entorno mediante la transpiración: absorben agua a través de sus raíces y la liberan a la atmósfera. Se descubrió que para obtener mejores efectos la cobertura del dosel arbóreo, es decir el hábitat formado por las copas de los árboles de un bosque, debe ser del 40%.
Agregar vegetación a los edificios
Los árboles no son la única solución basada en plantas a la que se puede recurrir. El agregar vegetación a los edificios es una forma muy eficiente para enfriarlos. Al igual que los árboles, las plantas reflejan los rayos del sol (lo cual puede ser un beneficio si se colocan sobre el concreto, ya que éste absorbe el calor) y enfrían la atmósfera mediante la transpiración.
Agregar fuentes a lugares urbanos
Si bien las fuentes pueden parecer un lujo, pueden tener sorprendentes efectos refrescantes en entornos urbanos. Si se manejan correctamente durante las épocas de sequía, pueden ser una ventaja para enfrentar el calor.
El agua absorbe y puede transportar calor (lo que hace que las fuentes móviles sean mejores que los estanques para reducir las temperaturas), proporciona agua potable a los ciudadanos sedientos y disminuye la temperatura del aire mediante la evaporación.
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