Dentro de las múltiples polémicas de los Juegos Olímpicos de París 2024, el Río Sena ha sido una de las más importantes, incluso antes de que comenzaran los Juegos.
Esto se debe a que los niveles de contaminación del Río -que son conocidos desde hace varios años- podrían ser una amenaza para la salud de los atletas. Salvo algunas excepciones, el baño en el Sena está prohibido desde 1923 porque el agua era demasiado tóxica. Al mismo tiempo, el río fue declarado “biológicamente muerto” desde los años sesenta.
¿El “rebranding” del río Sena?
Casi 10 años, 1,600 millones de euros y una cuenca gigante después, los nobles objetivos de transformar el río a través de París en un lugar donde los atletas puedan competir y un espacio público tranquilo para nadar parecen estar desapareciendo.
En París, el Sena ha desempeñado un papel importante en la historia y la cultura de la ciudad durante siglos. Monet, Renoir, Seurat y otros impresionistas y postimpresionistas del siglo XIX pintaron escenas que representan la vida a lo largo del río.
A pesar de los desarrollos de infraestructura del país y de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se haya metido a nadar al río, había altas sospechas de que el agua continuaba teniendo altos niveles de la bacteria E. coli.
@nytimes The mayor of Paris swam in the cleaned-up Seine on Wednesday, after a $1.5 billion project to stop the flow of sewage and industrial waste into the water. The murky river will be a focal point of the Olympic Games in the city this month. #Olympics #Paris #Seine ♬ original sound – The New York Times
Aparentemente, el plan dependía de miles de nuevas tuberías subterráneas, tanques y bombas diseñadas para evitar que bacterias dañinas fluyeran hacia el Sena, especialmente durante las tormentas, cuando es común que las tuberías se tapen.
La preocupación es por E. coli y enterococos, gérmenes que indican contaminación fecal o la presencia de aguas residuales sin tratar en el río. Cuando los niveles alcanzan un cierto umbral, las personas que nadan en el agua pueden correr riesgo de sufrir enfermedades gastrointestinales, infecciones oculares y cortes o heridas infectadas en el cuerpo, advierten los médicos.
¿Cómo han sido las competencias?
El domingo, el equipo olímpico belga perdió el derecho al triatlón de competición mixta del lunes. “Los Hammers belgas no participarán mañana en la competición de relevos mixtos de los Juegos de París”, afirmó el equipo en un comunicado de prensa. “Claire Michel, una de las atletas del equipo de relevos mixtos, lamentablemente tiene que retirarse de la competición debido a una enfermedad”.
Michel se enfermó después de nadar en el Sena la semana pasada, y el periódico belga De Standaard informó que había sido hospitalizada y tratada por E. coli. Marten Van Riel, uno de los compañeros de equipo de Michel, fue citado en De Standaard diciendo que los Juegos de París eran “un circo con atletas como títeres”.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos ya estuvieron aquí antes. Hace ocho años, en Río de Janeiro, las pruebas de natación en aguas abiertas se celebraron en Copacabana, cerca de donde cinco semanas antes apareció un cuerpo mutilado. Y eso no fue lo único en el agua. Con toneladas de basura y aguas residuales sin tratar de los barrios pobres de la ciudad fluyendo directamente a la bahía, se descubrió que las aguas eran hasta 1,7 millones de veces más peligrosas que una playa estadounidense.
¿Los “gajes” de nadar en cuerpos de agua?
Es incómodo pensar en ello, pero siempre hay algo de contaminación fecal en el agua dulce, por lo que todo es cuestión de la dosis, dice el Dr. Amesh Adalja, investigador principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud y portavoz de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
El experto también comentó que cada vez que nos exponemos a un cuerpo de agua (no solo al Sena) debemos reconocer que no estamos saltando a agua esterilizada.
Sin embargo, valdría la pena preguntarnos si las pruebas olímpicas que exigen que los atletas se expongan a cuerpos de agua altamente contaminados (a pesar de su practicidad por estar localizados en grandes ciudades) todavía son una decisión prudente. La realidad es que el nado en aguas abiertas para las pruebas de maratón y de los triatlones olímpicos y paralímpicos es una tradición de varias décadas, pero conforme las grandes urbes se han ido expandiendo y el agua contaminándose cada vez más, se han tenido que tomar medidas de limpieza sin precedentes para hacer que el agua pase los niveles de higiene necesarios.
Pero también podríamos pensar en invertir en estrategias que vieran por una mejor conservación de los cuerpos de agua en general, y que no se gastaran cantidades millonarias para limpiarlos únicamente para un par de eventos y luego volver a las mismas malas prácticas de antes.
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