Las conversaciones sobre el clima de la COP28 en Dubai terminaron en un acuerdo histórico que comprometió al mundo a una transición para abandonar todos los combustibles fósiles por primera vez. Sin embargo, muchos expertos y activistas dicen que este acuerdo es “tibio” considerando el estado de la crisis climática en la actualidad.
Esto se debe a que los defensores del cambio climático llevan años exhibiendo los daños que la industria petrolera ha hecho al medio ambiente. De manera que únicamente asumir esta necesidad (sin ser específicos en relación al cómo, cuándo y cuáles eran los pasos inmediatos) hace parecer que están haciendo lo mínimo en medio de una situación de emergencia.
El presidente de la cumbre patrocinada por la ONU de este año, el sultán Al Jaber de los Emiratos Árabes Unidos, negoció un acuerdo que fue lo suficientemente fuerte para Estados Unidos y la Unión Europea sobre la necesidad de frenar drásticamente el uso de combustibles fósiles. Al mismo tiempo logró mantener a Arabia Saudita y otros productores de petróleo a bordo del acuerdo.
¿En qué consiste el acuerdo?
El acuerdo final exige que los países cambien rápidamente sus sistemas energéticos lejos de los combustibles fósiles de manera justa y ordenada. Estos últimos calificativos fueron los que ayudaron a convencer a los escépticos. Según el acuerdo, los países también están llamados a contribuir a un esfuerzo de transición global, en lugar de verse directamente obligados a realizar ese cambio por sí solos.
Si bien el resultado no alcanza la “eliminación gradual” específica de combustibles fósiles que la mayoría de los países querían, sí abre nuevos caminos. Es importante mencionar que ningún texto anterior de la COP ha mencionado alejarse del petróleo y el gas, los combustibles que han apuntalado la economía global durante décadas.
¿Cuándo se pondrá en práctica el acuerdo?
El periodo de tiempo en el que esto se convierta en realidad no será decidido por las discusiones diplomáticos que lograron el acuerdo de hoy, sino por los inversionistas, los consumidores y los gobiernos nacionales. Después de la promesa de reducir gradualmente el carbón en Glasgow en 2021, el consumo ha seguido aumentando y sigue siendo muy poco probable que el mundo limite el calentamiento al objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París. Esta vez, el pacto deja espacio para la quema de gas natural como parte de la transición hacia energías limpias.
De igual manera, la decisión de Dubai es un indicador importante en la dirección global del viaje hacia un sistema energético bajo en carbono. El texto también incluye acuerdos para triplicar el despliegue de energía renovable y duplicar la tasa de aumento de la eficiencia para finales de la década. Esto se complementa con el acuerdo del fondo de pérdidas y daños, (generado en la COP27), pensando particularmente en las naciones con mayor vulnerabilidad a la crisis climática.
A pesar de todo, un “gol” para los EAU
El acuerdo es una victoria diplomática para los Emiratos Árabes Unidos y el sultán Al Jaber, cuyo papel en Adnoc -la compañía petrolera que preside- lo convirtió en una elección controvertida para presidir las conversaciones de este año.
Han habido contratiempos en relación a acusaciones diciendo que utilizó su papel para presionar a favor de acuerdos petroleros y una discusión sobre la ciencia del cambio climático, pero al final podrá argumentar diciendo que cumplió.
Al Jaber utilizó su presidencia para incorporar firmemente a la industria del petróleo y el gas al proceso de la COP y hubo más representantes de las empresas de combustibles fósiles que en cualquier cumbre anterior, lo que generó críticas de los activistas climáticos.
Sin embargo, se dice que su presencia ayudó a conciliar la presencia de los activistas y los empresarios, algo que no se había dado de forma tan sólida en el pasado. El argumento detrás de esto era que era necesario juntar a todos bajo el mismo techo para negociar si se quería llegar a un acuerdo real
Sin embargo, no todos están contentos, en particular los líderes de los pequeños estados insulares que dicen que no tienen tiempo que perder para compromisos voluntarios y cambios graduales. Resta saber qué tanta urgencia habrá en las industrias para apegarse al acuerdo, el cual es más que necesario.
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