¿Cuáles son las amenazas a las aves migratorias?

¿Cuáles son las amenazas a las aves migratorias?

Las aves migratorias son aquellas que realizan viajes estacionales, generalmente entre zonas de reproducción e invernada. Y debido al delicado balance que implica su existencia, hoy se ven más amenazadas que nunca.

Los viajes que realizan suelen ser largos y arriesgados, pero están impulsados ​​principalmente por la necesidad de encontrar recursos como alimento y lugares adecuados para anidar. Muchas aves migratorias siguen rutas específicas, conocidas como rutas migratorias, y utilizan diversas técnicas de navegación, como el sol, las estrellas y el campo magnético terrestre.

¿Cómo migran las aves?

Las aves migran desde zonas con recursos escasos o en disminución a zonas con recursos abundantes o en aumento. Los dos recursos principales que buscan son el alimento y los lugares de anidación. 

 

Las aves que anidan en el hemisferio norte tienden a migrar hacia el norte en primavera para aprovechar el crecimiento de las poblaciones de insectos, los brotes de plantas y la abundancia de lugares de anidación. A medida que se acerca el invierno y disminuye la disponibilidad de insectos y otros alimentos, las aves se desplazan de nuevo al sur. Escapar del frío es un factor motivador, pero muchas especies, incluidos los colibríes, pueden soportar temperaturas gélidas siempre que dispongan de un suministro adecuado de alimento.

 

El año pasado la ONU publicó el primer reporte de la historia hablando sobre el estado de las especies migratorias. Y, de acuerdo a los hallazgos, hoy en día las especies migratorias sufren más amenazas que nunca antes. Desde las especies invasoras hasta la crisis climática, las aves migratorias han sido de las especies que más han sufrido 

Reducción del hábitat

Todos los hábitats que utiliza un ave desempeñan un papel en su supervivencia, y la pérdida o degradación de cualquiera de ellos puede tener un impacto potencial a nivel poblacional. No es sorprendente, por lo tanto, que la pérdida de hábitat sea la mayor amenaza para las aves.

 

Hay pocos hábitats en la Tierra que no se hayan visto afectados por los humanos. A medida que modificamos y transformamos el terreno que nos rodea, dañamos o destruimos el hábitat natural de las aves. Los hábitats que creamos en su lugar (granjas, suburbios, ciudades) suelen ser sustitutos deficientes de los hábitats que reemplazan, lo que sustenta una menor diversidad de especies de aves más adaptables (y, por lo tanto, más extendidas). A medida que las poblaciones humanas se expanden hacia hábitats cada vez más naturales, algunas poblaciones de aves inevitablemente disminuirán.

 

Una de las mayores fuentes de conversión de hábitat es la agricultura. Aunado a ello, las aves se han visto afectadas por la transición de pequeñas granjas familiares a inmensas explotaciones industriales de monocultivo que dependen del uso intensivo de herbicidas y pesticidas.

 

A medida que avanza el cambio climático, se prevé que algunos hábitats se desplacen hacia los polos o hacia las laderas de las montañas. Desafortunadamente, los hábitats de tundra y alpinos ubicados en el extremo norte o en las cimas de las altas montañas no tienen adónde ir. Es posible que los hábitats no se adapten con la suficiente rapidez ante el cambio rápido. 

 

Especies Invasoras

Las especies invasoras son responsables de la mayoría de las extinciones de aves desde el siglo XIX, la mayoría de las cuales han ocurrido en islas oceánicas. Tan solo en Hawái, patógenos y depredadores invasores han contribuido a la extinción de 71 especies de aves.

 

Entre las especies invasoras más dañinas para las aves se encuentra el gato doméstico. Hoy en día, se estima que hay 100 millones de gatos callejeros solo en Estados Unidos. Si bien pueden ser mascotas maravillosas, los gatos que deambulan al aire libre matan aproximadamente 2400 millones de aves cada año en Estados Unidos, lo que convierte a la depredación de gatos en la principal causa de mortalidad de aves causada por el ser humano.

 

Colisiones con vidrio

En las grandes metrópolis existe una enorme cantidad de superficies de vidrio en los edificios, y gran parte de este vidrio representa un peligro mortal para las aves. Tanto las viviendas como los edificios altos de oficinas pueden ser problemáticos, y pocos edificios son inmunes a colisiones ocasionales. Un edificio promedio mata de una a diez aves al año, pero algunos edificios iluminados de noche o con grandes extensiones de vidrio matan muchas más.

 

En Estados Unidos mueren hasta mil millones de aves cada año como resultado de colisiones con vidrios. Varias aves de interés para la conservación se encuentran entre las especies más vulnerables a las colisiones con ventanas.

 

Nuestro modo de vida es cada vez más amenazante para las aves y su supervivencia. Quizá no nos damos cuenta, pero la manera en la que expandimos la vida en las ciudades puede impactar enormemente el delicado balance de estas especies. Es por eso que debemos entender que la vida humana, especialmente en entornos urbanos, tiene que dejar de ser tan invasiva para otras especies mientras es cómoda para nosotros. El hecho que hayamos construído las grandes urbes de una manera no significa que es la única manera en la que pueden existir. Y de que entendamos esto depende la supervivencia de miles de seres vivos, incluídos nosotros.

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