Árboles y ecosistemas completos están empezando a migrar a nivel global; la gran migración silenciosa es un fenómeno cuyas consecuencias apenas estamos comenzando a descifrar, según escribe para National Geographic, Bernardo Bastien-Olvera, especialista en la Investigación y Comunicación Multidisciplinaria de Cambio Climático.
Como parte de sus descubrimientos más recientes, publicados hoy mismo en la revista Nature expone que su rol no solamente como investigador sino también como comunicador climático y tejedor de redes de defensores del territorio le ha mostrado cómo cada persona y cultura percibe y valora su entorno de manera única.
Y además, consciente de la necesidad de abordar esta migración silenciosa en su investigación, se propuso darle voz a este fenómeno.
Para lograrlo, dijo, que él y su asesora de doctorado, Fran Moore, conformamos un equipo interdisciplinario de ecólogos, científicos climáticos y economistas, unidos por un objetivo común: desentrañar y comprender este complejo proceso desde múltiples perspectivas.
Al combinar distintas áreas del conocimiento científico construimos una narrativa coherente y verídica sobre las consecuencias de este desplazamiento de ecosistemas.
El también investigador postdoctoral en el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California San Diego manifestó que emplearon salidas de modelos computacionales avanzados que proyectan el movimiento futuro de las plantas y los integramos con evaluaciones económicas del valor de los ecosistemas en diversos países.
Los resultados que obtuvimos fueron reveladores y, a la vez, alarmantes, sostuvo en su artículo.
El estudio reveló que a medida que el cambio climático redistribuye los ecosistemas terrestres a lo largo del mundo, se espera una pérdida del 9% de los servicios ecosistémicos para el año 2100.
Deduce que el cambio climático, a través de este proceso se espera que cause una disminución media del 1.3% en el Producto Interno Bruto (PIB) de todos los países analizados para el año 2100.
De manera inquietante, descubrieron, dijo, que el 50% más pobre del mundo sufrirá el 90% de este impacto negativo en el PIB. Por otro lado, las pérdidas para el 10% más rico de los países podrían limitarse a solo un 2%, mostrando una clara disparidad en cómo diferentes regiones del mundo enfrentarán las consecuencias económicas del cambio climático.
Este estudio, fruto de un esfuerzo colaborativo entre diversas disciplinas, no busca sembrar la desesperanza ni resignarnos ante las consecuencias de esta migración silenciosa. Por el contrario, nuestro objetivo es dar voz a este proceso a menudo ignorado.
“Buscamos contribuir a un entendimiento más profundo que pueda servir como un llamado a la acción para frenar el cambio climático”, culminó miembro fundador del colectivo de divulgación ambiental Planeteando y Explorador de National Geographic.
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