La nueva tendencia que mezcla la extravagancia, la coctelería y supuestamente, la sustentabilidad es el hielo extraído de glaciares para los cocteles en Dubai (sí, leíste bien).
La compañía Arctic Ice, originaria de Groenlandia y fundada por Malik V Rasmussen es una startup que se dedica a extraer hielo de glaciares de los fiordos de Groenlandia. El hielo que usan es extraído directamente de los glaciares naturales del Ártico.
Se estima que han estado congelados durante más de 100,000 años. Lo que hace a este hielo especial (y codiciado a la vez) es que no han estado en contacto con ningún suelo ni contaminadas por contaminantes producidos por actividades humanas. De manera que el hielo del ártico es el agua más pura del planeta.
¿Cómo extraen el hielo?
Arctic Ice tiene un barco especializado y lo llevan al Nuup Kangerlua, el fiordo que rodea la capital de Groenlandia, Nuuk, para buscar un tipo específico de hielo que no haya estado en contacto ni con el fondo ni con la superficie del glaciar. Este hielo es más puro y difícil de detectar en el agua ya que es completamente transparente, por lo que localmente se le conoce como “hielo negro”.
Una vez que encuentran una pieza adecuada, la recogen y la colocan en una caja de plástico azul hasta que el barco está lleno, luego navegan sobre el hielo de regreso a Nuuk, donde llenan un contenedor de envío refrigerado con las cajas. Este contenedor es transportado a Dinamarca donde, según Arctic Ice, se carga en otro barco que lo lleva a Dubai. En Dubai, el hielo lo vende el distribuidor local Natural Ice, el cual vende otros tipos de hielo en Dubai.
¿Hielo sustentable?
Esta compañía ha sido objeto de severas críticas en redes sociales, mismas que, en sus peores instancias llegaron al borde de las amenazas de muerte a su fundador. La razón detrás de las críticas es tanto para la extravagancia del proyecto como para la crítica situación que llevan viviendo los glaciares alrededor del mundo a causa del cambio climático.
En su página de internet confirman que uno de sus principales valores es la sustentabilidad, ya que afirman que el modo de extracción que utilizan no daña el ecosistema. Esto se debe a que no destruyen ningún glaciar para extraer el hielo, sino que aprovechan el hielo desprendido de los glaciares que está flotando en el agua.
La primera etapa del envío, de Groenlandia a Dinamarca, es, según Arctic Ice, de bajas emisiones carbono, ya que la mayoría de los contenedores de envío refrigerados que salen de Groenlandia habrían estado vacíos o casi vacíos en el viaje de regreso. Esto se debe a que el país importa más productos congelados de los que exporta. De manera que, según lo que indican en su página, los congeladores hubieran estado en uso de cualquier manera.
Al mismo tiempo, una de las misiones de la empresa hacia el futuro es tener una huella de carbono neutra. La intención de la compañía es que todo el exceso de emisiones se calcule y compense, ya sea mediante la captura y almacenamiento de carbono, o mediante tecnologías emergentes que absorben CO2 del aire.
Controversia ambiental
Arctic Ice ha dicho que la razón por la que no causan desbalances al ecosistema es porque el hielo que recolectan es hielo que se hubiera derretido en el océano de cualquier manera. Una parte de su argumento es que incluso reducen, aunque poco, el alza en los niveles del mar a causa del derretimiento de los glaciares.
Al mismo tiempo, según los datos compartidos en sus redes sociales, incluso cuando lleguen al tope de su producción estimada, solo estarán extrayendo el 0.000000005% del hielo que se cae de los glaciares a causa del derretimiento.
Sin embargo, es difícil pensar que un negocio basado en una de los problemas ambientales más grandes de los últimos años, como lo es el derretimiento de los glaciares, pueda realmente causar un impacto casi nulo como lo afirman sus fundadores.
Al mismo tiempo la empresa está haciendo este emprendimiento para poder invertir en su comunidad e impulsando la economía. Han dicho en entrevistas que la economía de Groenlandia es sumamente dependiente en Dinamarca, por lo que esta es una industria con la que desean empezar a distanciarse de este patrón.
También han dicho que una de sus principales intenciones es generar ingresos para poder hacer proyectos comunitarios como construir orfanatos e impulsar el sistema de salud, además de generar empleos.
La glacióloga francesa Heïdi Sevestre, que trabaja en AMAP (el Programa internacional de seguimiento y evaluación del Ártico) ha confirmado la calidad del hielo utilizado por Arctic Ice. Al mismo tiempo afirma que no es «un motivo suficientemente bueno» para enviarlo a Dubai, a más de 7,000 kilómetros de distancia.
Sevestre afirmó que, a pesar de los esfuerzos de la compañía, esto sólo puede ser perjudicial para el medio ambiente ya que podrían estar subestimando el impacto negativo de sus actividades en el ecosistema. Al mismo tiempo, la NASA reportó que la capa de hielo de Groenlandia ha perdido un 20% más de hielo de lo que se pensaba anteriormente a causa del cambio climático.
¿Qué versión creeremos?
Uno de los factores que pueden rescatar de esta inusual historia son sus contrastes. En principio podríamos decir que el simple hecho de fomentar un negocio tan extravagante, como exportar hielo de glaciar para un fin tan banal como “mejorar” la coctelería de una ciudad que ya se distingue por el despilfarro y los habitantes con cantidades exorbitantes de dinero, está lejos de tener al medio ambiente al centro.
Uno de los factores más importantes a reflexionar es la idea de que el simple hecho de fomentar (y normalizar) que es posible recurrir a modos tan excéntricos para darle un factor “extra” a la coctelería gourmet puede ser peligroso. Al normalizar esto podemos normalizar la idea de que está bien seguir extrayendo de manera rapaz al medio ambiente con fines no esenciales.
Arctic Ice realmente parece tener un compromiso con el medio ambiente, pero ¿qué pasará con las compañías que no la tengan? ¿o con aquellas que utilicen el greenwashing para convencernos pero no tengan verdaderos valores ambientales? Las consecuencias pueden ser terribles. Muchos parecen estar haciéndolo ya.
Al mismo tiempo, no podemos responsabilizar a una pequeña empresa de Groenlandia que está comprometida con su comunidad y que desea ser carbono neutral por el peligro que corre el ártico actualmente. Esto sigue siendo responsabilidad mayor de las compañías que queman combustibles fósiles, y es a ellas a las que hay que continuar presionando para que detengan el daño al medio ambiente.
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