¿Cómo reducir tu huella de carbono?

¿Cómo reducir tu huella de carbono?

En medio del caos climático, muchas veces terminamos sintiendo que no hay nada que podamos hacer para mejorar la situación. Uno de ellos es el asumir la responsabilidad de nuestra huella de carbono. Ésta se refiere a la medida de la cantidad total de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera como resultado de las acciones de un individuo, una organización o una nación. Generalmente se mide en toneladas de CO2e (equivalente de dióxido de carbono). Y esta es una medida tan real que puede ser fácilmente medible, y es por eso que es importante hacer lo posible por reducir las emisiones que generamos. A continuación presentamos algunos tips que pueden tener más impacto de lo que normalmente creemos

 

Cambios en el hogar: reducir tu consumo de energía 

Como la energía se genera principalmente mediante la quema de combustibles fósiles, una de las cosas más importantes que se debe hacer es reducir el consumo de energía y cambiar a fuentes de energía renovables. En algunos paíse es posible cambiar el suministro de energía de su hogar a un plan de energía verde. Lamentablemente, esto no es posible en muchos países todavía.

Por lo tanto, la mejor estrategia es reducir el consumo general de energía en el hogar, intentando que parte de la energía pueda venir de fuentes renovables como la energía solar. En algunos casos se pueden instalar paneles solares en su hogar o utilizar tecnología alimentada por energía solar siempre que sea posble (iluminación exterior o portátil, baterías portátiles para teléfonos móviles, etc.). También puedes reducir el consumo de energía instalando solo luces LED y eligiendo electrodomésticos y soluciones de calefacción y refrigeración energéticamente eficientes.

Reducir el desperdicio de alimentos y el consumo de carne roja

En general, el sistema alimentario mundial contribuye entre una cuarta parte y una tercera parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas cifras incluyen las industrias de la carne y los lácteos, pero también otras fuentes de alimentos como los cultivos.

 

Pero no todas las fuentes de alimentos son igualmente malas para el medio ambiente.

La carne roja, como la de ternera y cordero, tiene una huella de carbono particularmente alta. Por lo tanto, reducir el consumo de carne roja puede ayudar a reducir su impacto climático.

 

El Dr. Jonathan Foley, que investiga las soluciones al cambio climático, apunta que una enorme solución  (que al mismo tiempo nos permite ahorrar dinero y reducir el desperdicio) es preparar porciones más pequeñas y guardar las sobras para comerlas más tarde en casa. Según el Programa de Acción sobre Residuos y Recursos, entre el 25 y el 30 % de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician.

Y la pérdida y el desperdicio de alimentos a nivel mundial contribuyen con alrededor del 8-10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según un informe de la ONU.

Conducir y volar menos

El transporte es responsable de aproximadamente una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en todo el mundo.Según varios expertos, el vivir sin coche podría ser lo más impactante que podemos hacer para reducir nuestras emisiones de transporte.

Sin embargo, deshacerse del coche no es posible para todos, en particular si se vive en una gran urbe como la CDMX o en una zona sin buen transporte público, o si se trata de una persona discapacitada.

Las pequeñas acciones también pueden tener un impacto importante, como caminar o ir en bicicleta o compartir viajes en coche con amigos o vecinos.

Cambiar a un coche eléctrico también puede reducir en gran medida tu huella de carbono. A diferencia de los coches de gasolina y diésel, los coches totalmente eléctricos no producen dióxido de carbono mientras circulan, aunque sí hay emisiones derivadas de la fabricación del vehículo y la generación de la electricidad que lo alimenta. A lo largo de su vida útil, los coches totalmente eléctricos reducen las emisiones en alrededor de dos tercios en Europa y Estados Unidos en comparación con sus equivalentes de gasolina.

Pensar antes de comprar

El consumo irresponsable es probablemente una de las peores cosas que contribuyen a nuestra huella de carbono. Desde la producción, el exceso de residuos por los empaques y terminando en el traslado (que muchas veces es transcontinental), el impacto termina siendo enorme. Aún más cuando pensamos que quizá es algo que ni siquiera necesitamos. 

 

Un solo par de algunos tipos de jeans puede producir más de 30 kg de dióxido de carbono equivalente a lo largo de su vida útil, teniendo en cuenta la producción de algodón, la fabricación, el transporte y el lavado.

 

Sin embargo, la huella de carbono de los diferentes tipos de ropa varía sustancialmente de un caso a otro, por lo que lo que compres y en qué cantidad puede marcar la diferencia. Puedes limitar tu impacto reparando pequeños defectos en la ropa en lugar de reemplazarla, donándola en lugar de tirando y eligiendo artículos de mayor calidad que creas que durarán más (en este caso es importante poner atención a las telas y materiales utilizados).

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