¿Depresión estacional en el verano?

¿Depresión estacional en el verano?

A pesar de que muchas veces no queramos creerlo (especialmente si vivimos en zonas urbanas y estamos muy desconectados de la naturaleza) es impresionante cómo cada vez nos damos cuenta aún más de lo mucho que la naturaleza puede afectar nuestro estado de ánimo. En esta ocasión tiene que ver con el trastorno afectivo estacional (SAD por sus siglas en inglés), pero no de la manera en la que quizá pensaríamos normalmente. 

 

¿SAD en el verano?

Resulta que el trastorno afectivo estacional, una forma de depresión generalmente asociada con los meses más oscuros del invierno, también puede aparecer en el verano.

Si bien sus síntomas pueden ser diferentes a los de su contraparte de invierno (el SAD de clima frío generalmente hace que las personas se sientan letárgicas, mientras que el SAD de verano las vuelve más agitadas), también es una afección provocada por cambios estacionales.

 

Eso lo convierte en un tema de especial preocupación en el marco del aumento de calor extremo en 2024 y los picos de temperatura que están por venir. A pesar de lo caluroso que fue junio en muchos países del hemisferio norte, se espera que las temperaturas sigan aumentando en los próximos meses. Estos picos subrayan los efectos de la crisis climática y cómo el aumento de las temperaturas en todo el mundo está provocando veranos más calurosos y más largos. Es probable que esa realidad intensifique el SAD de verano y podría hacerlo más común en personas que no suelen experimentarlo.

Cómo se da el SAD

Al igual que el SAD en invierno, el SAD de verano está provocado por desarrollos estacionales únicos. Así como la falta de luz puede afectar el estado de ánimo de las personas en invierno, el exceso de la misma, junto con el calor y la humedad, también pueden afectar a las personas en verano.

 

No se sabe mucho sobre por qué estos atributos desencadenan específicamente la depresión estacional y es necesario trabajar más en este frente en general. Debido a que el SAD de verano es menos común que el SAD de invierno, aún no ha sido analizado en el mismo grado. Los expertos estiman que alrededor del 10 por ciento de las personas que experimentan SAD lo hacen durante el verano.

 

Las personas que experimentan SAD de verano pueden tener una predisposición genética a la depresión que puede desencadenarse por acontecimientos estacionales como éste. Las alergias estacionales también podrían influir porque aumentan el malestar de las personas en verano y provocan inflamación, que también está relacionada con la depresión.

 

Norman Rosenthal, el psiquiatra de la Universidad de Georgetown que describió por primera vez el SAD, indica que los efectos del SAD en verano pueden ser igual o más graves que el del invierno debido a cómo afecta nuestro cuerpo. «En verano la gente se siente inquieta, y aunque están deprimidos, tienen un exceso de energía interna».

 

Esta combinación de energía e inquietud está relacionada con un mayor riesgo de suicidio. Las personas en verano pueden estar más activas e inclinadas a tomar medidas, por ejemplo, mientras que las personas en invierno están menos enérgicas y menos inclinadas a emprenderlas.

 

Aunque las personas que experimentan TAE en invierno y verano comparten sentimientos de retraimiento y tristeza, los otros síntomas que tienen pueden ser marcadamente diferentes.

 

¿Cómo mitigar los riesgos del SAD?

Es importante recordar que, debido a que no es de conocimiento común el hecho de que estas afecciones psicológicas serias pueden suceder durante el verano, la gente puede ponerse en situaciones de riesgo de manera más frecuente sin ni siquiera saberlo. 

 

La clave para combatir el SAD del verano es comprender las situaciones desencadenantes, incluida la afluencia de calor y luz que llega durante esta parte del año. Eso significa encontrar sombra, áreas frescas y más.

 

  • Refrescarse: Enfriar el cuerpo utilizando un ventilador o aire acondicionado y duchas frías de 15 minutos es una forma de mejorar los efectos negativos del calor.
  • Reducir la luz: Reducir la exposición a la luz puede ser útil. Se pueden utilizar persianas o cortinas de blackout para reducir la luz en su totalidad.
  • Establezca una rutina: Los sentimientos de ansiedad pueden estar relacionados con lo perjudicial que puede ser el calor extremo para la rutina típica de una persona, incluido el sueño, el ejercicio y otras actividades habituales. Es por eso que el establecer una rutina diaria constante puede ayudar a mantener una sensación de estabilidad y estructura a pesar de estas interrupciones.

Es sumamente importante recordar que a pesar de las recomendaciones que pueden generar un impacto positivo, lo más importante que podemos hacer cuando comenzamos a sentir una depresión constante que afecta nuestra disposición, niveles de energía y relación con nuestro entorno, es esencial acercarnos a un profesional de la salud mental. No debemos de restarle importancia a este paso, pues cuadros como éste pueden avanzar rápidamente sin que nos demos cuenta

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