En el marco del problema de escasez de agua alrededor del mundo se han intentado diferentes alternativas para aumentar las reservas de agua. Considerando que aproximadamente 167 países sufrirán estrés hídrico para el año 2040, el encontrar maneras de hacer esto es un tema urgente. Una de las alternativas ha sido la desalinización del agua.
La desalinización es el proceso mediante el cual se eliminan las sales minerales disueltas en el agua. Actualmente, este proceso, aplicado al agua de mar, es uno de los más utilizados para obtener agua dulce para consumo humano o fines agrícolas.
Sin embargo, la desalinización también se produce de forma natural durante el ciclo del agua ya que la evaporación del agua de mar deja sal y forma nubes que dan lugar a la lluvia.
A lo largo de la historia, la desalinización del agua de mar se utilizó especialmente en barcos y submarinos para proporcionar agua dulce a la tripulación durante los viajes largos. Sin embargo, este proceso no estuvo disponible a gran escala hasta la revolución industrial y, especialmente, hasta el desarrollo de las plantas desaladoras.
La destilación, que consiste en hervir agua de mar en un alambique, recoger vapor y condensarlo para obtener agua dulce, es el método más obvio para eliminar la sal, pero no el más eficaz ya que consume grandes cantidades de energía. Aquí te mostramos un resumen de los principales procesos de desalinización que se usan en la actualidad:
Es el proceso más utilizado y consume menos energía que el resto, ya que se basa en el uso de membranas semipermeables que dejan pasar el agua, pero no la sal. Estas membranas están hechas de poliamida ultrafina, que puede contaminarse con bacterias por lo que es necesario tratar el agua.
Imitando el ciclo del agua, consiste en evaporar el agua de mar en grandes instalaciones techadas donde se condensa y se recoge como agua dulce. Aunque la energía utilizada es el calor del sol, se requieren grandes superficies de terreno.
Es un proceso que utiliza membranas de nanotubos con mayor permeabilidad que las de ósmosis inversa, lo que permite procesar más agua en menos espacio y utilizando menos energía. Estas membranas están fabricadas con compuestos sulfonados que, además de la sal, eliminan trazas de contaminantes.
Consiste en mover el agua salada a través de membranas cargadas eléctricamente que atrapan los iones de sal disueltos en el agua, permitiendo extraer agua dulce. Existen diversas variantes de electrodiálisis, como la convencional y la inversa.
Los hidratos de gas son cristales sólidos que se forman combinando agua con un gas, como el propano, a alta presión y baja temperatura. Durante el proceso todas las sales e impurezas presentes en el agua desaparecen y a medida que aumenta la temperatura se puede recuperar el gas mientras queda agua dulce.
La desalinización puede aumentar la seguridad hídrica, convirtiendo el agua de mar en una fuente local confiable de agua para beber y regar. Esto es particularmente útil en regiones con recursos hídricos limitados que enfrentan sequías.
La desalinización también puede hacer que las comunidades dependan menos de fuentes distantes de agua dulce, reduciendo la necesidad de extraer y transportar agua a largas distancias. A su vez, esto minimiza la necesidad de maquinaria pesada y vehículos para el transporte, reduciendo el uso de carbono.
Pero a pesar de lo que la desalinización puede ayudar a lograr, también tiene desventajas. Por ejemplo, puede resultar muy costoso y requerir la construcción y el mantenimiento de plantas. También consume mucha energía, lo que hace que su coste sea prohibitivo en algunas regiones y termine generando mayores emisiones de carbono.
Los procesos de desalinización también generan salmuera, un producto residual altamente concentrado y salado. La eliminación de grandes volúmenes de salmuera puede tener efectos negativos en el medio marino y los ecosistemas costeros si no se gestiona adecuadamente.
Sin embargo, los esfuerzos de ingeniería de recursos hídricos centrados en cuestiones como la eliminación de salmuera y el uso de energía tienen como objetivo mejorar los procesos de desalinización y mitigar sus efectos dañinos. Estas estrategias utilizan equipos, instalaciones y técnicas de ingeniería para gestionar los procesos de desalinización. Los ingenieros de recursos hídricos ayudan a garantizar que el agua sea segura para los humanos, las plantas y los animales.
En conclusión, la desalinización del agua puede ser un método conveniente en situaciones de emergencia, pero debido a su alto consumo de energía, costo elevado y el hecho de que puede generar impactos negativos en la vida marina, probablemente no es la mejor alternativa. Estos recursos también pueden ser alocados a las reforestaciones, cuidado de los mantos acuíferos, mantenimiento de tuberías y manejo de los recursos hídricos en general. Muchas veces la solución puede ser más fácil de lo que creemos.
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