Ahora que la humanidad está viviendo los efectos del cambio climático, para muchas personas es posible ayudar al medio ambiente a través de la alimentación.
Investigadores de la universidad Oxford concluyeron que en un estudio que “existe una fuerte relación entre la cantidad de alimentos de origen animal en una dieta y su impacto ambiental, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de la tierra, el uso del agua, la eutrofización y la biodiversidad”.
DE ahí surgieron 10 secretos para cambiar el mundo a través de la alimentación y así ayudar al medio ambiente.
Primero, la producción de frutas y hortalizas de temporada requiere menos agua; y el consumo alimentos frescos, que son por lo general más saludables, y se necesita menos agua para producirlos a diferencia de alimentos elaborados.
Segundo, se debe reducir o eliminar los alimentos de origen animal puede contribuir sustancialmente a la reducción de la huella ambiental.
Tercero, muchos hogares no realizan una lista de compras adecuadas y terminan comprando más alimentos de los que pueden cocinar y muchos de esos alimentos terminan en la basura.
Cuarto, congelar es una gran técnica para no desperdiciar alimentos. Cuando las temperaturas son inferiores a 24°C bajo cero se detiene la actividad bacteriológica y enzimática que descompone los alimentos, y eso prolonga su durabilidad.
Quinto, usar el alimento en su totalidad para evitar impactos en el medio ambiente, generando emisiones de dióxido de carbono o metano.
Sexto, es bueno reducir el consumo de lácteos: la leche de vaca es la menos sostenible en cuanto a las emisiones de dióxido de carbono y al consumo de agua. Por ejemplo, indica que por cada litro de leche de vaca que se produce, se consumen 628 litros de agua y genera 3,2 kg de CO₂; es decir, las bebidas o leches vegetales necesitan hasta un 60% menos agua que la leche de vaca.
Séptimo, es importante planificar las compras semanales a través de una lista, ayudará a nuestra economía, pero sobre todo ayudará a no desperdiciar alimentos.
Octavo, es vital no echar el aceite por el caño porque representa uno de los factores más graves de contaminación del agua. El aceite usado es capaz de crear una capa sobre la superficie del agua que dificulta el paso de oxígeno pudiendo matar a los seres vivos que viven en ríos o mares.
Nueve, es indispensable comer más proteína de origen vegetal y una opción sostenible y económica es consumir más proteína de origen vegetal porque según el estudio “la sustitución de proteínas animales por proteínas vegetales reduce el efecto invernadero de consumo y el tamaño de la reducción depende de la elección de alternativas vegetales”.
Y diez, pon en práctica “Las tres erres” en la propia cocina: Reduce, Recicla y Reutiliza.
Reducir los productos de origen animal y las compras innecesarias, así como los productos envasados o que vienen de otras partes del mundo.
Reciclar los envases que adquirimos y priorizar los que tienen más de un uso.
Finalmente, el reciclar o separar todo en diferentes contenedores para poderlos brindar a organizaciones que pueden reciclar.
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