Algunos estudios indican que el carsharing evitó en 2009 la emisión de 482.170 toneladas de CO2 a nivel global y por cada auto que había en circulación en dicha modalidad, 20 particulares se eliminaron.
El especialista en temas de movilidad, Rodrigo Madariaga Barrilado explica que el carsharing, la cual ha ganado adeptos en Europa, luce como una solución viable para reducir los paradigmas de transporte en las nuevas ciudades para la próxima década.
Explica que luego del Covid-19, algunas actividades como trabajar, ir de compras o tomar clases cambiaron, al punto que para muchos ya no será necesario desplazarse diariamente o salir de casa; no obstante, el mundo podría encontrarse muy pronto nuevamente inmerso en las disyuntivas de tráfico, estrés y contaminación que regían el planeta antes de la pandemia.
«Se requiere potenciar tendencias como el carsharing, que apuntan a coadyuvar en temas de movilidad urbana. Además, con esta modalidad tenemos automatización, dinamismo y reducción de costos en un solo servicio» comparte el experto.
Evolución en favor del medio ambiente
Madariaga Barrilado subraya que puede verse al carsharing como una evolución de los servicios de renta o alquiler de medios de transporte, los cuales ya han sido introducidos en grandes ciudades. Un ejemplo de esto, refiere, son los scooters, bicicletas ecológicas y motonetas que pulularon en varios puntos de la Ciudad de México en años anteriores.
“El futuro apunta hacia la renta de autos que solo cobren al usuario el uso que le dé, aun cuando se trate de trayectos cortos, al tiempo que se suprimen los gastos de combustible, pagos de tenencia, seguros, etc.” agrega.
Asimismo, estableció que el uso del carsharing le suprime a los usuarios la necesidad de invertir en la compra de un automóvil en el futuro, y redireccionando dicha inversión hacia otros rubros como vivienda, formación académica, o servicios de salud.
“Lo más importante yace en pensar que esta tendencia también nos aporta al cuidado del medio ambiente y a la reducción en la utilización de combustibles fósiles. Además, al constituirse las flotas de este servicio con autos compactos y eléctricos, su tecnología permite, monitorearlos e incluso bloquearlos cuando se detecte que el usuario intente robarlos o llevar a cabo algún tipo de delito mientras los está usando» subraya el especialista.
Rodrigo Madariaga concluye que el carsharing no es otra cosa sino un servicio de coche compartido que ofrece a los usuarios una flota de vehículos para utilizarlos de manera intermitente y solo pagar el tiempo que los use; y al que se puede tener acceso mientras se cuente con la licencia de conducir, evitando así a los usuarios invertir.
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