La selva podría reforestarse sola, revelan los satélites

La selva podría reforestarse sola, revelan los satélites
La selva podría reforestarse sola, revelan los satélites

La deforestación lleva décadas siendo una preocupación ambiental global. Mientras los titulares suelen centrarse en la destrucción, esta vez los datos científicos ofrecen una visión optimista: grandes extensiones de tierras degradadas podrían recuperar su vegetación original sin necesidad de que intervengamos.  

El estudio, publicado en Nature, abre nuevas perspectivas sobre cómo enfrentar la crisis climática con menos recursos, pero más inteligencia. 

Utilizando imágenes satelitales tomadas entre 2000 y 2012, y contrastadas con observaciones de 2015, un grupo de investigadores descubrió que ciertas zonas tropicales han comenzado a regenerarse solas. Para evitar errores de interpretación, aplicaron herramientas de machine learning que ayudaron a descartar los terrenos donde la reforestación fue impulsada por humanos.  

El objetivo era claro: observar exclusivamente el crecimiento natural de la vegetación. 

El resultado fue un mapa detallado de las regiones tropicales del planeta con una resolución de 30 kilómetros, identificando 215 millones de hectáreas con fuerte potencial para regenerarse sin intervención. Esta cifra supera la superficie de México y equivale a casi la mitad de la Unión Europea. 

Estas zonas en regeneración natural podrían absorber hasta 23,4 gigatoneladas de carbono, un aporte significativo en la lucha contra el cambio climático. Pero no se trata solo de carbono: el aumento de la biodiversidad, la mejora en la calidad del agua y la restauración de servicios ecosistémicos también están en juego. 

El análisis identificó que cinco países concentran el 52% de las regiones con mayor potencial de reforestación natural: Brasil, México, Indonesia, China y Colombia. Y las condiciones que hacen posible este fenómeno tienen una lógica: cercanía a bosques existentes, buena calidad del suelo y una baja densidad de infraestructuras humanas como caminos o ciudades. 

Como señala la investigadora Brooke Williams, reforestar con medios tradicionales es costoso, pero permitir que la tierra se recupere sola puede ser más eficiente y sostenible si sabemos en dónde hacerlo. 

Aunque los resultados son alentadores, la recuperación efectiva depende aún del factor humano. Permitir que estas áreas sigan su curso exige, ante todo, proteger los bosques existentes, ya que su proximidad es uno de los factores clave para la regeneración. 

Saber dónde la selva puede volver por sí sola permite reorientar las políticas públicas y los esfuerzos de restauración: donde la naturaleza necesita ayuda, la intervención será crucial. Donde solo necesita tiempo y espacio, quizás lo más sabio sea simplemente apartarse. 

Con información de Xataka 

Foto: Pexel

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