El nuevo modelo de inteligencia artificial de Google pretende explorar la Tierra y, en el mejor de los casos, ayudarla. La misión es averiguar, con el mayor detalle, qué le estamos haciendo a nuestro planeta. Y, una vez que el modelo lo haya hecho, también explicará dónde podríamos poner las cosas en su sitio para ayudar a nuestro mundo.
¿De qué se trata?
AlphaEarth Foundations, una rama del modelo de IA DeepMind de Google, pretende aprovechar el aprendizaje automático y todos los montones de datos que Google ha absorbido sobre nuestro planeta en las últimas dos décadas, con el fin de entender cómo están cambiando áreas específicas a lo largo del tiempo.
El modelo utiliza un sistema llamado «Embeddings» que toma terabytes de datos recogidos cada día de los satélites, los analiza y los comprime para ahorrar espacio de almacenamiento. El resultado es un modelo de diferentes filtros superpuestos sobre mapas codificados por colores para indicar las propiedades de los materiales, los tipos de vegetación, las fuentes de agua subterránea y las construcciones humanas, como edificios y granjas. Google afirma que el sistema actuará como una especie de «satélite virtual» que permitirá a los usuarios consultar información detallada sobre cualquier punto del planeta.
Según Google, el objetivo es que los usuarios del servicio puedan comprender mejor el funcionamiento de ecosistemas concretos del planeta, incluida la forma en que la calidad del aire, la luz solar, las aguas subterráneas e incluso los proyectos de construcción humana varían y cambian a lo largo de un paisaje. En última instancia, la empresa quiere que el modelo ayude a responder a las preguntas de gobiernos y empresas que desean saber, por ejemplo, qué ecosistemas pueden tener más acceso a la luz solar o a las aguas subterráneas que pueden ayudar a determinar los mejores lugares para cultivar una determinada cosecha. También puede ayudar a identificar las zonas en las que colocar paneles solares con la máxima rentabilidad o construir estructuras en lugares más resistentes al clima.
El nuevo modelo de Google ya ha cartografiado con gran detalle una superficie compleja de la Antártida, una zona muy difícil de captar debido a la irregularidad de las imágenes por satélite. También ha mostrado supuestamente variaciones en el uso del suelo agrícola canadiense que son invisibles a simple vista.
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