Pavos salvajes alcanzan cifra récord en el noreste de EE.UU
En 1975, Ted Walski, el biólogo de New Hampshire Fish and Game liberó 25 pavos desde la parte trasera de su camión en Walpole, una ciudad del oeste del estado; esto formaba parte de un programa de reintroducción de una especie que había desaparecido en Nueva Inglaterra antes de la Guerra Civil, debido a la desaparición de los bosques y a la caza descontrolada.
Walski, pasó casi 50 años trabajando con las aves antes de jubilarse en 2019; ahora ronda los 45 000 animales: el más alto desde la reintroducción, y probablemente el máximo que el estado puede manejar.
National Geographic publicó que los esfuerzos de reintroducción en los estados vecinos y en todo el país han creado una historia similar: hay 70 000 pavos salvajes en Maine, hasta 50 000 en Vermont y más de 30 000 en Massachusetts, lo que suma un total de unos seis millones de animales reproduciéndose en todos los estados excepto Alaska.
De acuerdo a la publicación, el éxito del programa de reintroducción se deba a la sorprendente capacidad del ave para vivir entre humanos, pues afuera de las ciudades los pavos pueden aprovechar los bordes de los hábitats, como bosques y espacios abiertos, y alimentarse de un bufé interminable de comida proporcionada por la gente, sobre todo alpiste.
Además, los depredadores autóctonos, como lobos y pumas, han desaparecido de la mayor parte del área de distribución del pavo.
Pero no todo el mundo agradece el auge del pavo en Nueva Inglaterra. Las aves, notoriamente audaces, son una molestia, interrumpen el tráfico y picotean las puertas de entrada (o, una estación de policía unos días antes de Acción de Gracias), así como potencialmente peligrosas.
Ya que, en 2019, una mujer embarazada de 35 años fue atacada por pavos en las calles de Cambridge, Massachusetts (dos veces).
En las décadas de 1960 y 1970, muchos estados de EE. UU. reintrodujeron los pavos en su hábitat nativo, donde los omnívoros desempeñan un papel vital en el mantenimiento de varias poblaciones de plantas e invertebrados.
Por supuesto, mucha gente disfruta viendo pavos salvajes; el impresionante plumaje del macho, por ejemplo, es un espectáculo para la vista.
En una encuesta realizada en 2022 por el Departamento de Caza y Pesca de New Hampshire, sólo el uno por ciento de los encuestados dijo que «le disgustaban mucho» los pavos.
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