Los bosques en el estado de Michoacán están en estado crítico debido a la tala ilegal para aumentar las plantaciones de aguacate, e intentar cumplir con la enorme demanda por parte de Estados Unidos; de acuerdo a un reporte publicado esta semana por el periódico New York Times.
El consumo de aguacate en este país se ha triplicado en los últimos 20 años gracias al impulso de campañas publicitarias que afirman que el fruto es bueno para la salud, una buena fuente de grasas buenas y vitaminas. Sin embargo, satisfacer la gran demanda de aguacates en ese país tiene grandes costos ambientales y ha tenido una huella fuerte en el crimen organizado en México.
Aguacates y deforestación
Habitantes de la región afirman que enormes bosques de pinos y robles han sido arrasados de manera ilegal por hombres armados, para posteriormente usar el espacio para plantar aguacates. Existen muchos intereses que intervienen en la tala de bosques para darle espacio a los plantíos de aguacates. Algunos son: grupos delictivos, terratenientes, autoridades locales y líderes comunitarios.
Incluso hay muchas ocasiones en las que los terrenos privados son incautados de manera ilegal. Es posible que prácticamente toda la deforestación que se ha hecho para el cultivo de aguacates en las últimas dos décadas haya sido en violación de la ley, que prohíbe el cambio de uso de suelo sin autorización gubernamental.
Un informe reciente presentado por la organización Climate Rights International reveló que la plantación de aguacate ha dejado entre 16 mil y 28 mil hectáreas deforestadas en estas entidades.
El informe de 250 páginas, “Unholy Guacamole: Deforestation, Water Capture, and Violence Behind Mexico’s Avocado Exports to the U.S. and Other Major Markets”, presenta una impresionante evidencia que vincula a los principales importadores y supermercados con esta destrucción ambiental.
También documenta cómo las autoridades mexicanas y estadounidenses, que regulan y facilitan estrechamente las exportaciones, no están tomando medidas básicas para detener la devastación, a pesar de los compromisos sobre el cambio climático para poner fin a la deforestación global.
Además de la pérdida de bosques, el diario El País señaló que otros grandes impactos derivados de la producción aguacatera fueron el acaparamiento de agua y el aumento de la violencia, ya que grupos criminales han buscado adentrarse en este lucrativo negocio, cuyas exportaciones tienen un valor aproximado de 3 mil millones de dólares anuales.
Surtiendo a Estados Unidos: ¿en el límite de lo posible?
México ahora representa casi el 90% de todos los envíos de aguacate a Estados Unidos. En Michoacán, la industria del aguacate da empleo a más de 300 mil trabajadores en un estado de 4,8 millones de habitantes, según el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
Nuestro país es el principal productor y exportador mundial de aguacates, ya que suministra cuatro de cada cinco aguacates que se consumen en Estados Unidos, con exportaciones por un valor de 3,000 millones de dólares al año. El consumo de aguacate en Estados Unidos se ha triplicado desde el año 2000, en parte impulsado por las vigorosas campañas de marketing de la industria, incluidas afirmaciones sobre la “sostenibilidad” de los aguacates mexicanos.
La cadena de producción de los aguacates que se exportan a Estados Unidos ha incorporado múltiples actores y prácticas ilícitas para sostenerse: desde el crimen organizado, la tala ilegal y la participación de gobiernos y supermercados. Es indispensable encontrar una manera de suministrar el fruto de una manera que no implique sacrificar los ecosistemas y la vida digna de los agricultores que los producen.
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