Con la entrada de la temporada de sequías, la crisis de agua y las olas de calor es normal sentirse ansioso y preocuparnos por lo que podemos hacer para minimizar (aunque sea un poco) la urgencia de la crisis y sus efectos.
Aquí te presentamos algunas sugerencias sencillas de lo que puedes hacer para vivir de manera más sustentable y amigable con el planeta:
Cultivar plantas endémicas: Si deseas ayudar al ecosistema en el que vives, el cultivar plantas endémicas puede ser una opción que requiera poco esfuerzo y un gran rendimiento.
Las plantas endémicas requieren menos mantenimiento que las plantas que no lo son debido a que ya están adaptadas al clima y al suelo en el que las estás plantando. Eso significa que no requerirán un exceso de agua o fertilizante y que, además, podrán ayudar a balancear el ecosistema en el que se planten. Si quieres consultar algunas de las plantas nativas de la CDMX puedes hacerlo aquí.
Usar menos luz: La contaminación lumínica se ha vuelto un problema importante en los tiempos modernos, principalmente en las grandes urbes. La necesidad de iluminar calles y avenidas ha resultado en un exceso de luz que es sumamente dañino para toda la fauna que habita alrededor.
Este tipo de impacto puede parecer irrelevante, pero ha cambiado profundamente las condiciones de la noche en un 80% del mundo.
Esto no se limita a no permitirnos ver las estrellas, sino que también interfiere con las señales visuales que indican a la vida silvestre cuándo migrar, cazar y aparearse. Un estudio publicado en 2020 encontró que la contaminación lumínica, aunada a la amenaza de la pérdida de hábitat y los pesticidas, pone a 2,000 especies de luciérnagas en riesgo de extinción. De manera que apagar la luz es positivo para el planeta de múltiples maneras.
Cambiar a focos LED: El sustituir los focos de un hogar por focos led es una forma de impactar positivamente al medio ambiente y al mismo tiempo economizar el gasto de energía. Esto se debe a que iluminan más, consumen menos y tienen mayor tiempo de vida.
Minimizar el uso de vehículos individuales: Según el INEGI, en la CDMX hay más de 36 millones de vehículos. Probablemente no exista ningún habitante de la ciudad que no se queje por lo menos una vez al día de la excesiva cantidad de tránsito.
Y esto también conduce a altos niveles de contaminación y mala calidad del aire en el área metropolitana. De manera que el intentar evitar usar vehículos individuales y favorecer el uso del transporte público o el caminar (cuando sea posible) tiene un impacto positivo en el número de emisiones de carbono. Intentar turnar el uso del automóvil con otra persona (o hacer carpool) también es una buena opción.
Ser más efectivo al separar residuos: Datos publicados por la ONU han advertido que todos los elementos consumidos por el ser humano generan emisiones de carbono en todas las etapas de la cadena de producción (electrodomésticos, ropa, comida, etc).
Es por esto que vale la pena pensar dos veces antes de comprar algo que no necesitamos o que probablemente no podremos usar varias veces antes de cansarnos o que tengamos que tirarlo. Es por eso que vale la pena intentar reparar cualquier artículo que podamos rescatar y al mismo tiempo es indispensable hacer compras a conciencia del impacto negativo que lo que consumimos tiene en el planeta.
También te puede interesar: Martí Batres desinforma sobre la crisis del agua













