Tribunal avala regreso de Nación Siekopai a la tierra en selva amazónica

Un tribunal de apelaciones ecuatoriano falló a favor del reclamo de la Nación Siekopai de recuperar la propiedad sobre su patria ancestral conocida como Pë’këya, ubicada en la frontera entre la selva amazónica de Ecuador y Perú.  

La decisión, emitida por un panel de tres jueces de la Corte Provincial de Sucumbíos el 24 de noviembre, marcará la primera vez que el gobierno ecuatoriano entrega un título de propiedad a una comunidad indígena cuyo territorio ancestral se encuentra en un área protegida, y sienta un precedente invaluable para todos los pueblos indígenas que luchan por recuperar sus tierras en América Latina y el mundo. 

Un laberinto hipnótico de lagunas de aguas negras y bosques inundados, Pë’këya es el territorio ancestral y epicentro espiritual de la Nación Siekopai.  

Alberga algunos de los ecosistemas más biodiversos del planeta, albergando al menos 200 especies de reptiles y anfibios, unos 600 tipos de aves y 167 tipos de mamíferos. Muchas son especies amenazadas, como el delfín del río Amazonas, la nutria gigante, el manatí y el arapaima, uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo.  

El área también es el refugio de varias especies importantes de plantas y animales vitales para la existencia diaria de los Siekopai, como el manglar guazay, utilizado para equipos de pesca, y la gosa (palma ungurahua), cuyos frutos ayudan a los bebés pequeños a crecer. 

Con una población de apenas 800 habitantes en Ecuador y 1.200 en Perú, los Siekopai están al borde de la extinción cultural y física. A ambos lados de la frontera, los Siekopai están librando batallas legales para recuperar más de medio millón de acres de tierra que fueron robados a sus antepasados.

La victoria de los siekopai en la corte que reconoce a los pë’këya marca un paso importante en esta lucha binacional por la reunificación de su territorio ancestral.  

Después de siglos de violencia, racismo y conquista por parte de las misiones colonizadoras, las empresas caucheras y los gobiernos, el reconocimiento de los siekopai como propietarios de Pë’këya por parte de la corte es un paso indispensable para restaurar la justicia y garantizar su supervivencia colectiva y la continuidad de su cultura. 

En un plazo de 45 días, el veredicto exige al Ministerio del Ambiente de Ecuador (MAATE) que entregue un título de propiedad de más de 104.000 acres de tierras amazónicas biodiversas y que pida disculpas públicas a los ancianos y jóvenes siekopai por la violación de sus derechos territoriales colectivos reconocidos por el derecho internacional y la Constitución de Ecuador.  

Los siekopai fueron desplazados por la fuerza de su tierra ancestral durante la guerra entre Perú y Ecuador en la década de 1940 y luego se les impidió regresar cuando el Estado ecuatoriano reclamó unilateralmente la propiedad de Pë’këya en 1979 y designó la tierra como parte de la Reserva de Vida Silvestre Cuyabeno, un área protegida en el noreste de la Amazonía ecuatoriana, sin el consentimiento de los siekopai.

El caso de los Siekopai, presentado contra el gobierno ecuatoriano en septiembre de 2022, fue respaldado por un sólido cuerpo de pruebas irrefutables y argumentos jurídicos: desde poderosos testimonios orales de ancianos y jóvenes sobre su conexión con sus tierras; 21 amicus curiae (escritos de amigos de la corte) de diversos expertos.

Incluidos dos exjueces de la Corte Constitucional de Ecuador, antropólogos, etnobotánicos, historiadores, la oficina regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y comunidades indígenas (como los A’i Cofán de Sinangoe y los Waorani de Pastaza, dos grupos indígenas que obtuvieron importantes victorias legales contra el gobierno ecuatoriano).

Pinturas del artista siekopai José César Piaguaje que ilustran el origen espiritual de su nación en Pë’këya; Manuscritos del siglo XVIII de misioneros jesuitas que reconocían a los Siekopai como los residentes ancestrales de la zona; antiguos mapas coloniales españoles de la Corte Real de Quito en 1779.

Y mapas territoriales creados por la Nación Siekopai durante un proceso de mapeo de cuatro años dirigido por la comunidad, identificando sitios históricos y sagrados, y ríos y lagunas importantes. 

La victoria, que se produce en vísperas de las conversaciones sobre el clima de la COP28 en Dubái y poco después de la entrada en funciones del presidente electo Daniel Noboa hace unos días, envía un poderoso mensaje al país y al mundo sobre la urgencia de respetar los derechos territoriales indígenas y formalizar la tenencia de la tierra indígena como soluciones climáticas clave.  

Marca un punto de inflexión importante en la lucha para contrarrestar el enfoque de arriba hacia abajo de la conservación a través de parques nacionales y áreas protegidas creadas sin el consentimiento de las comunidades indígenas: una y otra vez, se demuestra que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de sus tierras, que albergan el 80% de la biodiversidad del mundo y son un medio de bajo costo, inversión de alto beneficio en la lucha contra el cambio climático.

El precedente del pueblo Siekopai abre efectivamente el camino para otras comunidades indígenas que buscan obtener títulos legales y recuperar el control sobre sus tierras ancestrales en áreas protegidas. En Ecuador, más de 3 millones de acres de territorio indígena están actualmente atrapados en el sistema de parques nacionales de Ecuador y aún no tienen título. 

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