Gracias a las cinco maravillas naturales que la Amazonía ofrece, la selva está en el centro de la atención mundial sobre la conservación de la biodiversidad en el mundo y se le reconoce como un valioso recurso natural para mitigar el cambio climático.
De igual forma, estás maravillas también puede deslumbrar a cualquier visitante que se aventure por sus ríos, cascadas, montañas y selvas únicas, refiere el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
La primera maravilla es la Pororoca.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el fenómeno Pororoca, uno de los más famosos de la región amazónica, se produce cuando las mareas del Océano Atlántico son lo suficientemente altas como para obligar al río Amazonas a retroceder, lo que genera olas de 3 a 6 metros de altura a lo largo de unos 20 kilómetros hacia el interior del río.
Derivada de la lengua tupí, la palabra pororoca significa “estallido” y ocurre todos los días, con un periodo de mayor intensidad entre enero y mayo.
Pico da Neblina, segunda maravilla
Según un artículo publicado en 2022 en National Geographic, las visitas el Pico da Neblina, también conocido comoaripo Y, con 2995 metros de altura, se encuentra en la Serra do Imeri, dentro del municipio de São Miguel da Cachoeira, en el estado de Amazonas, en la frontera con Venezuela.
Las autoridades de Turismo señalan que allí es posible pernoctar y someterse a rituales de orientación y protección realizados por los chamanes yanomami (ancianos de la comunidad y líderes espirituales).
Cascadas, tercera maravilla de la Amazonía
El municipio de Presidente Figueiredo, a 107 kilómetros de Manaus, es conocido como la «Tierra de las Cascadas»; ahí se han descubierto 150 cascadas, pero la mayoría se encuentran en senderos de zonas aisladas y con cierto grado de dificultad de acceso, según Amazonastur.
Por lo tanto, es obligatorio contratar un guía o una empresa acreditada de turismo para visitar las hermosas cascadas.
Otra maravilla es el Archipiélago de las Anavilhanas
Bañado por el río Negro, Anavilhanas está a unos 40 kilómetros de la ciudad de Manaos y es el segundo mayor archipiélago fluvial del mundo, con unas 400 islas y 60 lagos.
La agencia de turismo brasileña detalló que, debido a su inmensa biodiversidad y riqueza natural, el lugar fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) como Patrimonio Natural de la Humanidad en 2000.
TE RECOMENDAMOS LEER: El-nino-causa-probable-de-la-mortandad-de-cientos-de-aves
