WIRIKUTA, SAN LUIS POTOSÍ, 19MARZO2012.- Wirikuta es, dentro de la cosmogonía de los indígenas wixarrica (huicholes), uno de los sitios más sagrados de su cultura. Se ubica en un espacio de aproximadamente 14 mil hectáreas que pertenece a la entidad mexicana de San Luis Potosí, en los municipios de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos. El sitio es sagrado para los wixarricas ya que la creación del mundo ocurrió en dicho sitio según sus creencias. Es desde 1998 parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales de la UNESCO. El proyecto minero de First Majestic Silver en Wirikuta equivale a instalar una planta de gas en la basílica de Guadalupe, abrir un pozo petrolero en La Meca o construir una termoeléctrica en Jerusalén. Es una ofensa grave a la cultura y la religiosidad de un pueblo histórico para favorecer negocios privados. Tiene, además, el agravante de que se dañará de manera irreversible el medio ambiente. FOTO: PEDRO ANZA /CUARTOSCURO.COM
A medida que la crisis climática se agrava y los esfuerzos por descarbonizar el planeta avanzan, los pueblos indígenas, entre los protectores más eficaces de la naturaleza, siguen siendo excluidos. El nuevo informe de la ONU, Estado de los Pueblos Indígenas del Mundo, revela una profunda injusticia: aunque representan solo el 6% de la población mundial, protegen el 80% de la biodiversidad restante, pero reciben menos del 1% de los fondos internacionales para el clima.
Esta exclusión no solo es un problema de representación, sino también de eficacia. Los pueblos indígenas poseen sistemas de conocimiento ecológico profundamente arraigados que podrían fortalecer las estrategias de adaptación y mitigación. Sin embargo, las soluciones climáticas a menudo los marginan, los desplazan y los privan de recursos esenciales.
El estudio destaca cómo proyectos de energía renovable, programas de compensación de carbono y extracciones mineras para tecnologías limpias se desarrollan frecuentemente sin consultar a las comunidades indígenas, perpetuando antiguas injusticias. “Aunque nos vemos desproporcionadamente afectados por la crisis climática, los pueblos indígenas no somos víctimas”, enfatiza Hindou Oumarou Ibrahim, presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.
Una de las principales recomendaciones del informe es replantear el valor del conocimiento indígena. Lejos de ser considerado folclore, debe entenderse como conocimiento científico y técnico, probado durante milenios.
En Perú, comunidades quechuas han revivido técnicas ancestrales de siembra y recolección de agua para enfrentar la sequía y el retroceso de los glaciares. Estos métodos han sido compartidos con agricultores costarricenses como modelo de cooperación climática Sur-Sur.
En México, el pueblo Comcaac mantiene vivo su conocimiento ecológico a través del lenguaje. Lugares como Moosni Oofia (donde se reúnen las tortugas verdes) y Tosni Iti Ihiiquet (donde nacen los pelícanos) no son solo nombres, sino sistemas de información ecológica vitales para la supervivencia comunitaria.
A pesar de estos valiosos aportes, las políticas climáticas globales siguen ignorando estos sistemas de conocimiento. Según el informe, las llamadas “soluciones verdes” a menudo implican amenazas directas a la soberanía indígena, al ocupar sus tierras para proyectos de energías renovables o programas de conservación sin su consentimiento.
La ONU advierte que muchos proyectos de energías limpias replican patrones históricos de despojo. La expansión de biocombustibles, programas de conservación de bosques y minería para baterías ecológicas se desarrolla frecuentemente sobre territorios indígenas, generando daños ambientales, sociales y económicos.
En América, los proyectos de compensación de carbono se han implementado sin consulta previa, resultando en degradación ambiental y marginación financiera de las comunidades. Estas estrategias, pensadas para combatir el cambio climático, terminan afectando a los mismos guardianes de la biodiversidad.
El informe subraya que la falta de consentimiento y participación indígena en estos proyectos viola principios fundamentales de justicia climática. Además, evidencia que sin la inclusión de las comunidades indígenas, las soluciones climáticas globales están condenadas a ser parciales e ineficaces.
El impacto climático en las comunidades indígenas va más allá del medio ambiente. Según un capítulo encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático afecta profundamente la salud física, social y espiritual de estos pueblos.
Las mujeres indígenas son particularmente vulnerables. En la Amazonia, la pérdida de biodiversidad ha reducido el acceso a alimentos y plantas medicinales tradicionales, provocando deficiencias nutricionales en mujeres embarazadas y lactantes, y debilitando la salud comunitaria en general.
Pese a las adversidades, las comunidades han demostrado resiliencia. Muchas están recuperando dietas tradicionales, fortaleciendo el intercambio de conocimientos intergeneracionales y adaptando sus calendarios de siembra a los nuevos ritmos ecológicos. Estas estrategias locales, lideradas a menudo por mujeres y ancianos, son ejemplos de adaptación efectiva ante el cambio climático.
Uno de los puntos más críticos que destaca el informe es la falta de acceso a la financiación climática internacional. Aunque se destinan recursos importantes a proyectos ambientales globales, menos del 1% llega directamente a las comunidades indígenas.
La ONU propone una transformación estructural: crear mecanismos de financiación administrados por los propios pueblos indígenas, reconocer formalmente sus sistemas de gobernanza y proteger su soberanía sobre los datos. Solo así se garantizaría que los recursos sirvan a quienes verdaderamente protegen la biodiversidad.
Si no se adoptan estos cambios, advierte el informe, el mundo corre el riesgo de repetir los mismos patrones de exclusión y despojo que han vulnerado históricamente los derechos indígenas y que, además, obstaculizan el éxito de la acción climática global.
Te puede interesar: Los indígenas quieren copresidir la COP30 en Brasil
La Sierra Gorda de Querétaro se consolida como uno de los territorios naturales más relevantes… Leer más
Con motivo del Día Internacional de los Derechos de los Animales, AJEMEX destaca su compromiso… Leer más
El acceso al agua depende cada vez más de la educación y de la capacidad… Leer más
En el marco del Día Internacional de los Derechos de los Animales, Patricia Lobeira Rodríguez… Leer más
El crecimiento urbano y la intensificación de los fenómenos climáticos están obligando a repensar la… Leer más
La cuenca del Mediterráneo ha convivido durante siglos con sequías e inundaciones. Estos fenómenos extremos… Leer más