Siete umbrales que permiten la vida humana han sido sobrepasados

Siete de los nueve umbrales que permiten la vida humana sobre la Tierra ya han sido sobrepasados, señala un nuevo informe que cuantifica los límites climáticos, naturales y de contaminantes que aseguran el mantenimiento seguro y justo de la civilización.

Nature revela que un amplio grupo de científicos identificó en 2009 nueve límites que los humanos no deberían sobrepasar si quieren que la Tierra siga siendo acogedora para la civilización.

Se referían, entre otros, el agua dulce disponible, el área natural que se conserva, los niveles de contaminación, la capa de ozono y, el cambio climático.

Noelia Zafra, coautora del trabajo e investigadora del BC3, el centro vasco de investigación sobre el cambio climático, resume que los seres humanos son parte del sistema Tierra, que son gran parte del problema y “tenemos que ser gran parte de la solución”.

Es el caso, por ejemplo, dijo, de las emisiones que están provocando ese cambio climático. Su aumento se remonta al inicio de la Revolución Industrial y sus principales protagonistas, Europa y América del Norte, son sus mayores responsables.

Incluso ahora, que los países emergentes como China comienzan a tener gran cuota de responsabilidad, la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del 10% más rico de la población.

El director del Instituto Potsdam para la Investigación en el Cambio Climático (Alemania), Johan Rockström, recordó en una rueda de prensa en línea que “1,5 grados no es un objetivo, no es una meta, es un límite físico”.

Los científicos estiman que la temperatura ya ha subido una media de 1,2 grados y el impacto se puede percibir en la mayor parte del planeta y sufrir por millones de personas.

Otro de los umbrales cuantificados es el que tiene que ver con la porción del planeta que aún conserva su estado original.

La Comisión Tierra, una alianza entre científicos

El trabajo impulsado por la Comisión Tierra, una alianza formada por destacados científicos, fijaba entre el 50% y el 60% la superficie terrestre a conservar libre de ganadería, agricultura, minería o cualquier otra interferencia humana.

“Actualmente, estamos entre el 45% y el 50%. Así que, justo por debajo del límite”, recuerda David Obura, de la organización CORDIO, y coautor del estudio.

Los millones de hectáreas dedicadas al pasto y cultivos -incluso las ciudades- pueden ser parte de la solución, siempre que por cada kilómetro cuadrado de ecosistema alterado, un mínimo del 20% cuente con vegetación, aunque no sea natural.

Otros de los umbrales cuantificados y ya superados son los nutrientes extra aportados por los humanos a la tierra. En particular, cuantifican el nitrógeno y el fósforo antropogénicos usados sobre todo en la agricultura.

Según el informe, en un tercio del planeta ya hay un exceso de extracción de recursos hídricos superficiales, cuyo límite han fijado en un 20%. Para las aguas subterráneas, el ritmo de reposición no se respeta en la mitad de la Tierra.

En cuanto a la contaminación atmosférica provocada por la emisión de partículas de origen no natural (combustión de motores, calefacción y refrigeración, emisiones industriales…), el límite aún está lejos de verse superado a escala global, pero sí lo ha hecho ya en diversas regiones del planeta, como en el sudeste asiático.

El informe reconoce que deja fuera problemas como la acidificación de los océanos, la acumulación de plástico y los microplásticos, los químicos persistentes o los antibióticos.

Sostiene que superar cada umbral en estos ámbitos, reduce “la fuerza del planeta para hacer frente a la crisis climática”; y concluye que siete de los ocho indicadores que “hemos estado evaluando están fuera del espacio justo y seguro”.

Con información de El País

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