Vapes desechables: amenaza para el reciclaje

Anteriormente hemos hablado sobre los daños causados al medio ambiente por las baterías de litio. Sin embargo, existe otro aparato cada vez más común que utiliza estas baterías: los llamados vapes o cigarros electrónicos. Los vapes desechables suelen tener cuerpos de plástico que están diseñados para usarse hasta que se vacían y luego se desechan, a diferencia de los dispositivos que se pueden rellenar con líquidos o cápsulas de nicotina.

¿Cuál es el problema con los vapes?

Además de generar una gran cantidad de desechos plásticos, los vapes desechados pueden considerarse tanto desechos electrónicos (debido a sus circuitos y baterías de iones de litio) como desechos peligrosos (porque contienen nicotina). Los vapes también son difíciles de reciclar, y muchas personas ni siquiera lo intentan: la investigación en basura y desechos encontró evidencia de una gran cantidad de basura de vapeo. Una encuesta de 2022 encontró que solo el 8% de los vapeadores adolescentes o adultos jóvenes enviaron sus dispositivos desechables usados a instalaciones de reciclaje.

Los vaporizadores, o cigarrillos electrónicos, se produjeron originalmente para ayudar a las personas que intentaban dejar de fumar, y todavía cumplen ese propósito. Sin embargo, los vaporizadores desechables de un solo uso son cada vez más populares y se han convertido en una de las imágenes más emblemáticas de nuestra cultura del descarte.

Los vaporizadores desechables implican un gran número de factores negativos para el medio ambiente ya que están hechos de plástico (que se fabrica a partir de petróleo) y a su vez crean enormes cantidades de residuos a causa de la demanda. Al mismo tiempo, debido a la forma en que están fabricados, los vaporizadores desechables son casi imposibles de reciclar.

Fumando a cuestas del medio ambiente

Sabiendo lo que ya sabemos sobre las baterías de litio y sus propiedades inflamables, el saber que ahora hay millones de dispositivos desechables con baterías de litio en vertederos de basura y desechos inorgánicos en miles de ciudades es un motivo de verdadera preocupación. Tan solo una colilla de cigarro o un mal manejo de la basura con un vape desechable puede generar un incendio.

Como si el riesgo de incendio no fuera suficiente, los líquidos que se escapan de los cigarrillos electrónicos pueden dañar la vida acuática y contaminar el agua. De manera que es verdaderamente preocupante que en épocas recientes haya cada vez más millones de vapes que son desechados sin las medidas adecuadas. Y al mismo tiempo esto es un peligro para quiénes intentan ser usuarios responsables, pues el tener varios vapes usados en casa esperando para saber cómo mejor desecharlos también se vuelve un riesgo para el usuario (una fuerte fuente inflamable dentro de casa no es lo que nadie quiere).

 

¿Reciclando vapes y baterías de litio?

Los vapes desechables son difíciles de reciclar porque están hechos de una mezcla de materiales, entre ellos plástico, cobre y una batería de litio. Están diseñadas como una sola unidad, lo que significa que las baterías no se pueden separar fácilmente de la carcasa de plástico y otros materiales. Esto hace que los vaporizadores desechables sean difíciles y costosos de reciclar.

Lo problemático con todos los productos de un solo uso es que generamos más residuos de los que podemos afrontar. Incluso si los vaporizadores desechables fueran más fáciles de reciclar, nuestros sistemas para disponer de los residuos no pueden manejar las enormes cantidades de vaporizadores desechables que se desechan todos los días.

Los vaporizadores desechables funcionan con una batería hecha de litio, un metal precioso que ya enfrenta escasez a nivel mundial. Las baterías de los vaporizadores desechables se podrían recargar si tuvieran un puerto de carga. Sin embargo, están hechos para usarse durante muy poco tiempo y luego desecharse. Usar una batería reutilizable en un producto de un solo uso simplemente no tiene sentido.

En 2022 se tiraron más de 40 toneladas de litio con vaporizadores desechables en el Reino Unido. Proporcionalmente eso es suficiente para fabricar baterías para 5,000 coches eléctricos. Si los vapes desechables fueran recargables, podrían reutilizarse hasta 300 veces. Esto reduciría drásticamente la cantidad de vaporizadores que terminan en los vertederos cada día.

Por lo tanto es importante presionar para que los vapes de un solo uso sean eliminados. Tal fue el caso en Reino Unido, donde más de 250,000 jóvenes firmaron una petición y enfatizaron la importancia de este tema. Como resultado (y también gracias a los importantes impactos negativos de salud que los vapes generan). A partir de enero de este año, la venta y suministro de vaporizadores desechables quedaron prohibidos en Inglaterra, Escocia y Gales debido a su atractivo para los jóvenes.

En relación a las baterías de litio, existen muchos lugares donde podemos llevarlas para que se pueda disponer de ellas de la manera correcta. En la CDMX, el programa Ponte Pilas con tu Ciudad ha creado 400 puntos para depositar pilas (AA, AAA, C, D, CR, cuadradas, de botón y de celular) Están disponibles en 13 de las 16 alcaldías:

Si ya existen iniciativas para reciclar materiales tóxicos como las baterías de litio y también existen antecedentes de prohibición de vapes desechables en otros países eso quiere decir que existe tanto la capacidad como la iniciativa de disponer y utilizar estos materiales de manera distinta. Es importante recordar que nuestras herramientas más potentes para cambiar estas malas prácticas son nuestras carteras (es decir, no abonar a negocios contaminantes) y nuestras voces (presionando para cambiar las realidades que dañan al planeta) y el recordar el valor de ambas es lo que termina por cambiar la realidad que hoy conocemos.

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