México inició actividades en la COP30 de Brasil con la presentación oficial de su nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional, conocida como NDC 3.0. El gobierno incorporó, por primera vez, el componente de pérdidas y daños, lo que marca un giro importante en la acción climática del país. La secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, explicó que México emite solo 1.3 por ciento de los gases globales, pero decidió elevar su ambición climática. Por eso, el país asumió metas absolutas de mitigación que van de 364 a 404 millones de toneladas para 2035 sin condiciones, y entre 332 y 363 millones de toneladas de forma condicionada.
Durante su intervención, Bárcena subrayó que las pérdidas y daños no son un concepto técnico, sino una realidad que afecta a niñas, niños y familias que lo pierden todo en minutos. Señaló que la vulnerabilidad crece con mayor velocidad que la capacidad de respuesta. Así, afirmó que adaptar y mitigar ya no basta. Por ello, la NDC integra un enfoque que reconoce las ausencias humanas, económicas y culturales que deja cada desastre.
Además, destacó que la transición justa, energética y social guía la nueva meta climática. Esta visión se alinea con el Plan México, que impulsa la descarbonización, la economía circular, la conservación del 30 por ciento del territorio al 2030 y la protección de selvas, bosques y manglares. También anunció el Corredor Biocultural Gran Selva Maya, un proyecto que unirá a México, Guatemala y Belice para proteger 5.7 millones de hectáreas y a más de dos millones de habitantes.
La actualización de la NDC fue resultado de un proceso participativo plural. En él participaron comunidades, mujeres, juventudes, academia, pueblos indígenas y sector productivo. Así, el documento incorpora la perspectiva de género y derechos humanos.
En paralelo, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas presentó avances para cerrar la brecha financiera hacia 2030. Entre ellos destacan las iniciativas MEx30x30 y ACCIÓN, respaldadas por el GEF y el GCF. El titular de la Conanp, Pedro Álvarez-Icaza, anunció además un incremento de 500 millones de pesos al presupuesto de 2026.
El componente de pérdidas y daños se volvió central tras el reconocimiento oficial de El Bosque, Tabasco, como la primera comunidad desplazada por el clima en México. Cinco años después de ese caso, la NDC 3.0 responde a impactos que ya superan los límites de la adaptación. Incluye huracanes que se intensifican en horas, como Otis, y sequías que amenazan cosechas. México reconoce que estas afectaciones dejaron de ser residuales para convertirse en un fenómeno estructural.
El complemento de pérdidas y daños se organiza en cinco ejes: emergencias y acción humanitaria; transferencia y retención del riesgo; reconstrucción resiliente; movilidad humana; y pérdidas económicas y no económicas. También incorpora medidas transversales como el consentimiento comunitario, el codiseño de reubicaciones y la preservación de la memoria histórica y del patrimonio.
Bárcena llamó a elevar la ambición climática global. Reafirmó que México honra el Acuerdo de Escazú al garantizar derechos humanos y cumplir compromisos internacionales.
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