Distintas especies de Jirafas se encuentran en peligro de extinción

Distintas especies de Jirafas se encuentran en peligro de extinción

En 2016, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza incluyó a las jirafas en la Lista Roja de Especies Amenazadas.  

 En los últimos 30 años, se estima que las poblaciones han descendido en un 30%, por eso pasaron a engrosar las listas de especies amenazadas desde hace siete años.  

La UICN completó la primera evaluación detallada del estado de conservación de estos animales, de los que existen cuatro especies, y pasó a calificarlos como “preocupación menor” a considerarlos “vulnerables”. 

De cerca del millón de ejemplares que vagaban por el continente africano en el siglo XVIII, las autoridades conservacionistas cifran que existen unos 117.0000 individuos, debido a la fragmentación del hábitat, la deforestación, la guerra y la caza furtiva, según el último censo realizado por Giraffe Conservation. 

Giraffe Conservation dice que aún persiste la Jirafa septentrional (Giraffa camelopardalis), la cual no presenta manchas en la parte inferior de las patas. Es nativa del norte del continente africano, aunque antaño se extendían desde África occidental hasta el norte de Egipto.  

Entre sus subespecies se encuentra la jirafa occidental (G.c.peralta), en situación vulnerable; la jirafa de Kordofán (G.c.antiquorum) y la jirafa de Nubia (G.c.camelopardalis), ambas en peligro crítico. 

Giraffe Conservation señala que Jirafa Reticulada (Giraffa reticulata) tiene una pronunciada definición de sus manchas de color marrón anaranjado, claramente definidas por líneas blancas. Presenta una distribución relativamente limitada en el norte y el noreste de Kenia, y es muy probable que persistan pequeñas poblaciones restringidas en el sur de Somalia y el sur de Etiopía.  

Se incluyó en la Lista Roja de la UICN en 2018 en la categoría de “en peligro”. En los últimos años, sin embargo, los números en todo el norte de Kenia parecen estar aumentando con la mejora de las medidas de conservación.  

Resalta que más del 95% de las jirafas reticuladas se encuentran fuera de las áreas protegidas gestionadas por el Gobierno, por lo que las entidades conservacionistas hacen un llamamiento en favor de la protección de sus ecosistemas.  

Mientras que la Jirafa masai (Giraffa tippelskirchi), que habita en el centro y el sur de Kenia y Tanzania, es la especie que presenta un patrón más oscuro. Hace 30 años era la más abundante, pero sus poblaciones se han visto reducidas a la mitad desde entonces. 

Antaño era la especie con mayor población, llegando a unos 71.000 ejemplares, de las cuales quedan poco más de 44.000 en libertad.  

Se trata de una especie muy afectada por la caza furtiva y la fragmentación del hábitat, aunque, según datos de Giraffe Conservation, existen evidencias de que sus poblaciones están recuperándose lentamente. Está clasificada ‘en peligro’ por la UICN. 

Finalmente, refiere que la Jirafa meridional (Giraffa giraffa) es la que corre menor riesgo. Sus poblaciones han aumentado significativamente, y en cuatro países se autoriza la caza de las dos subespecies que engloba: la jirafa de Angola (G. g. angolensis y la jirafa de Sudáfrica (G.g.giraffa), que con unos 17.750 y 37.000 ejemplares, respectivamente, son las únicas catalogadas en la categoría de “preocupación menor”. 

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