Las 5 mujeres mexicanas que terminaron con los obstáculos en la ciencia

mujer científica

Desde el surgimiento de la ciencia, a las mujeres no se permitió participar en las actividades científicas. Las primeras tuvieron que luchar, primero, contra los prejuicios de la familia.

Sus padres fueron sus principales opositores, y cuando algunas lograron superar este obstáculo se enfrentaron a la oposición de los científicos y de la sociedad en general.

La Unesco indica que las mujeres representan solo un tercio de los investigadores del mundo y ocupan menos puestos de responsabilidad que los hombres en las mejores universidades.

En 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Estas son 5 mujeres que abrieron el camino de la ciencia a las mujeres

Matilde Montoya, primera médica mexicana

Después de muchos años de lo que parecía una carrera de obstáculos diseñada para evitar que alguna mujer entrara a un mundo exclusivo de los varones, el 24 de agosto de 1887, la joven Matilde Petra Montoya Lafragua se convirtió en la primera médica mexicana.

Después de muchos problemas, y sólo gracias a un decreto que el presidente Porfirio Díaz emitió para que le realizaran su examen profesional, el 24 de agosto 1887 se recibió de médica partera.

Helia Bravo Hollis y las cactáceas

A los 17 años se registró en la Escuela Nacional Preparatoria. Entre sus profesores estaban Erasmo Castellanos Quinto, Sotero Prieto, Vicente Lombardo Toledano e Isaac Ochoterena, quien más tendría una influencia decisiva en su formación científica.

Mientras estudiaba la prepa se convirtió en una experta en protozoarios y presentaba sus trabajos en la sociedad Antonio Alzate, que publicaba la Revista Mexicana de Biología.

Paris Pismish Acem y la astronomía en México

Durante los más de 50 años que estuvo en la UNAM, la doctora Pishmish, quien falleció el 1 de agosto de 1999, hizo investigación, introdujo nuevas técnicas en el estudio del universo, creó revistas de astronomía, y como docente formó muchas generaciones de astrónomos y astrónomas. En el momento de su partida, de los 80 astrónomos en el Instituto de Astronomía, al menos 25 eran mujeres.

María Agustina Batalla Zepeda

María Agustina Batalla Zepeda, la maestra Mariagus, como era conocida por sus alumnos, fue un personaje entrañable en la Facultad de Ciencias. Nació el 28 de agosto de 1913 en la ciudad Iguala, Guerrero, y falleció el 15 de febrero de 2000 en la Ciudad de México.

En la Facultad de Ciencias inició su labor docente en 1939 como profesora titular de botánica, y a partir de 1942 enseñó biología en la Escuela Nacional de Maestros.

Durante los trabajos de campo en el cerro del Ajusco, el bosque de Chapultepec o el cerro del Tepozteco, en Morelos, recogió algunas especies botánicas con los que inició el Herbario de la Facultad de Ciencias.

Alejandra Jáidar Matalobos, primera mujer graduada en física

Ingresó a la Facultad de Ciencias de la UNAM, y fue la primera mujer en graduarse en física. Sin embargo, al recibir su título descubrió algo que le incomodó.

Ella era física, no físico, así que solicitó que se corrigiera el error. No sabemos si lo logró, pero hoy cuando una joven termina su licenciatura en física en los títulos se pone cuidado al hacer la distinción de género.

Gracias a su tesón apareció la colección La ciencia desde México, hoy llamada La ciencia para todos, del Fondo de Cultura Económica, donde invitaba a investigadores universitarios a escribir libros de ciencia para un público no especializado.
Alejandra Jáidar Matalobos falleció el 23 de septiembre de 1988.

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