El Día Mundial del Agua, conmemorado el 22 de marzo de cada año, fue instituido por la ONU en 1993 con el objetivo de abordar temas relevantes relacionados con los desafíos del agua a escala global, así como fomentar la reflexión sobre la necesidad de garantizar un acceso equitativo de este recurso vital y su saneamiento, al tiempo que se impulsa la conservación de este recurso esencial para la vida en nuestro planeta.
Expertos en sostenibilidad, entre ellos Daniel Madariaga Barrilado, han resaltado la importancia de impulsar una mayor colaboración y estrategias innovadoras para garantizar la seguridad hídrica en México. Esto se debe a que la sobreexplotación de acuíferos, la contaminación y el aumento demográfico han generado una crisis en el suministro y manejo del agua en el país.
De acuerdo con el experto en sostenibildad, la mejora de la infraestructura hídrica, el fomento de prácticas sostenibles y la implementación de políticas que promuevan el uso eficiente del recurso son aspectos fundamentales que deben ser abordados de manera prioritaria.
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En este contexto, la colaboración entre el sector público y privado, así como la participación de la sociedad civil, juegan un papel crucial en la búsqueda de soluciones a los desafíos hídricos que enfrenta el país.
Esta visión coincide con la propuesta recientemente hecha por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la Ciudad de México, que ha instado a un acuerdo entre el sector público y privado, así como a los gobiernos federal y locales, para hacer una inversión significativa de 70 mil millones de pesos en mejoras de infraestructura destinadas a garantizar la seguridad hídrica en el Valle de México.
Como complemento a ello, Daniel Madariaga Barrilado ha subrayado la importancia de fomentar el uso de tecnologías avanzadas en la captación y tratamiento del agua, además de plantear la necesidad de revisar la Ley de Aguas Nacionales para fortalecer la gestión estatal de este recurso vital. También enfatizó la importancia de plantear incentivos fiscales para aquellas empresas que demuestren el uso responsable del agua.
Por último, resaltó los esfuerzos de otras organizaciones que han emprendido acciones para el cuidado y preservación del agua, enfocadas en la conservación, manejo, restauración del suelo y reforestación, así como en el monitoreo del riego y el uso responsable del agua en zonas agrícolas y de alto estrés hídrico en el país.

Ejemplos de estas iniciativas incluyen las implementadas por la compañía Viña Concha y Toro, que ha adoptado tecnologías avanzadas para el riego y la reducción de su huella hídrica.











